Milagros Jazmín Becerra, de 23 años, fue imputada este lunes por haber participado en un violento robo a un “arbolito” el pasado 7 de febrero en el microcentro rosarino. La joven, embarazada de tres meses y ya vinculada a una causa federal por figurar como testaferro de Ariel “Guille” Cantero, permanecerá bajo prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
Según relató en la audiencia el fiscal Ramiro González Raggio, Becerra contactó a la víctima simulando interés en comprar dólares y pactó un encuentro en un local de Córdoba al 900. Allí llegó acompañada por un hombre, y poco después le abrió la puerta a un tercer cómplice. En ese momento, el vendedor fue reducido por la espalda, inmovilizado y brutalmente golpeado.
Los agresores trasladaron al hombre al subsuelo del comercio, donde lo ataron de pies y manos con cordones y alambres. Mientras lo golpeaban para robarle 5 mil dólares y su celular, Becerra permanecía en el piso superior haciendo de “campana”. La víctima, que sufrió una luxación en el hombro derecho y múltiples traumatismos, permaneció 33 minutos inmovilizado antes de lograr escapar y pedir auxilio.
El juez Rodrigo Santana aceptó el acuerdo entre la defensa y el Ministerio Público de la Acusación, y ordenó la prisión domiciliaria de Becerra por su estado de embarazo. También dispuso el peritaje de su teléfono celular como parte de la investigación.
Becerra mantiene un vínculo sentimental con un integrante del clan Derminio, cuyos miembros fueron recientemente condenados por lavado de dinero. Además, figura como dueña de una vivienda en barrio Alvear, en una causa federal que investiga el patrimonio de “Guille” Cantero, líder de la organización criminal Los Monos.





