El gobernador de Tennessee, Bill Lee, ha confirmado el envío de unos 160 efectivos de la Guardia Nacional a Washington, D.C., como respuesta al llamado del presidente Donald Trump sobre el deterioro de la seguridad y el aumento de la falta de vivienda en la capital. Esta decisión sigue a las declaraciones de Trump, quien el mes pasado declaró una «emergencia» criminal en D.C. y desplegó alrededor de 800 efectivos de la Guardia Nacional para abordar estos problemas.
El despliegue de fuerzas adicionales se produce una semana después de que otros gobernadores republicanos, como los de Virginia Occidental, Ohio y Carolina del Sur, también ofrecieran enviar tropas para reforzar la seguridad en la capital. En los últimos días, Misisipi y Luisiana se unieron al esfuerzo, y se espera que los efectivos de Tennessee lleguen a finales de esta semana. Con el despliegue de estos nuevos efectivos, el número total de miembros de la Guardia Nacional en D.C. podría superar los 2.000.
Estas acciones, que forman parte de la estrategia de Trump para abordar lo que considera una crisis de delincuencia en la capital, han generado un fuerte rechazo por parte de los demócratas. La gobernadora de Kansas, Laura Kelly, presidenta de la Asociación de Gobernadores Demócratas, expresó su oposición, instando a los demás estados a no utilizar a sus soldados en lo que describió como una «agenda peligrosa y políticamente motivada».
La creciente presencia de la Guardia Nacional en D.C. refleja la polarización política que persiste en Estados Unidos, donde las medidas de seguridad en la capital han sido objeto de intensos debates entre demócratas y republicanos.





