El gesto de izar la bandera todos los días es mucho más que una costumbre para Ángel Barbotti. Es un acto de amor a la patria, un símbolo de respeto a la historia y al futuro de la nación. “Nuestra bandera es identidad, es cultura, son nuestros valores”, señaló con emoción el vecino del barrio Fomento 9 de Julio, quien recibió una declaración de beneplácito por parte del Consejo Municipal en reconocimiento a su constante acto patriótico.
“Es un gesto de amor, un acto patriótico, que todos deberíamos tomar de ejemplo”, expresó la autoridad local. La bandera, para Barbotti, no es un simple pedazo de tela, sino un emblema que debe flamear con orgullo. “La bandera está para ondear, no para descansar en un balcón”, explicó. De hecho, fue su propia reflexión sobre el simbolismo de la bandera lo que lo llevó a instalar un mástil frente a su casa.
El proceso de colocar el mástil fue un pequeño proyecto que resultó en una obra cargada de simbolismo. «Fui a un remate, vi el mástil y supe que tenía que ponerlo», contó Barbotti. Desde ese día, la bandera de Argentina ha flameado con orgullo cada jornada. “Lo emocionante es cuando sucede algo importante, como la muerte del Papa Francisco, y la bandera se iza a media asta. La gente se emociona al ver la bandera en ese estado”, añadió.
La vecina, en el barrio Fomento 9 de Julio, reconoció que ver la bandera izada de forma constante genera una fuerte sensación de patriotismo. «Nunca se me hubiera ocurrido poner un mástil en mi casa», compartió uno de los vecinos más longevos del barrio, que lleva 82 años viviendo en el lugar. Sin embargo, la acción de Barbotti ha causado admiración, y ahora muchos vecinos están más conscientes del significado detrás de este pequeño gran gesto.
Ángel Barbotti, además de su amor por la patria, es conocido en la comunidad por su solidaridad. “Este reconocimiento es también por su gran solidaridad, porque no solo iza la bandera, sino que siempre está dispuesto a ayudar a los demás”, destacó uno de los miembros del Consejo Municipal.
Barbotti, humilde en su respuesta, aseguró que no buscaba reconocimiento, pero que el hecho de que su ejemplo haya sido notado le llena de orgullo. “Ojalá que este gesto sea contagioso. Me gustaría que en cada casa haya un mástil, o al menos en la entrada de cada cuadra”, expresó, dejando claro que para él, este acto no es solo suyo, sino también del barrio que lo rodea.
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