El gobierno de Javier Milei atraviesa un “deterioro más bien dramático”, con su imagen positiva cayendo al 39%, su nivel más bajo en los 21 meses de gestión, mientras que el 53,4% de los encuestados califica su desempeño como “muy malo”. Según la encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), realizada especialmente para Página/12, los datos reflejan un sentimiento social que va más allá de la simple disconformidad: la “bronca” se instala como emoción predominante.
Uno de los factores clave de esta caída es la pérdida de confianza en la economía: apenas el 27,5% de los ciudadanos cree que el país se recuperará en los próximos meses, un derrumbe de 19 puntos en solo dos meses. El 56% considera necesario “cambiar el rumbo de la economía”, especialmente en los sectores de menores ingresos, fundamentales en el balotaje que llevó a Milei al poder.
La encuesta también señala un aumento en las preocupaciones por los ingresos: casi la mitad de los argentinos dice que sus sueldos no alcanzan para llegar a fin de mes, un incremento de 15 puntos respecto al mes pasado. Este dato se combina con el creciente descontento general: el 38,4% de los consultados expresa “bronca” y otro 16,6% siente “incertidumbre”, principalmente entre opositores e independientes.
El consultor Roberto Bacman advierte que la caída de la imagen y la pérdida de confianza en la economía “ya impactan en la intención de voto”. La brecha entre opiniones negativas y positivas alcanza casi 20 puntos, y el apoyo entre los seguidores del oficialismo cayó del 29% al 20%, evidenciando que “la economía pega fuerte en el núcleo duro de Milei”.
El perfil del votante del presidente también muestra cambios: Milei perdió apoyos entre jóvenes y peronistas, quedando concentrado principalmente en niveles económicos altos. Ante este panorama, Bacman prevé “resultados más bien malos en octubre” y sostiene que la comunicación oficialista, aunque intentó suavizar su tono, no logra contrarrestar la percepción de que el modelo económico está agotado.
En síntesis, la encuesta refleja un escenario complejo para el gobierno: la imagen presidencial se encuentra en su punto más bajo, las expectativas económicas caen estrepitosamente y la “bronca” social crece, lo que plantea un desafío político y económico de magnitud.





