Facundo Garcés es noticia desde el pasado viernes en todo el mundo tras conocerse la sanción de FIFA de 12 meses sin jugar junto a otros 6 futbolistas por falsificación de documentos para integrar la selección de Malasia. Si bien faltan los fundamentos de FIFA para conocer lo que está fuera de reglamento, surgen dudas sobre el antepasado del ex defensor de Colón que lo habilitaría o no para jugar con la selección asiática.
Es que el jugador había admitido en una nota publicada el 16 de agosto con El Correo de Alava, es decir 1 mes y medio antes de la sanción, que los motivos que le permitieron ser seleccionable fue «Por mi bisabuelo. Yo ya sabía cuál era su origen, pero nunca me llegué a imaginar que podría surgir esta posibilidad». No obstante, el santafesino, de 26 años, emitió más tarde un comunicado en el que matizó que se trataba de su «abuelo» para aclarar la información que desde junio apuntaba a las raíces de su bisabuelo.
La Asociación de Fútbol de Malasia (FAM) ha negado oficialmente las acusaciones de fraude en el escándalo que involucra a un grupo de jugadores naturalizados que se encuentran suspendidos por la FIFA. El secretario general, Datuk Noor Azman Hj Rahman, afirmó: «Hemos detectado un error técnico en el proceso de presentación de documentos. Todos los jugadores implicados son ciudadanos legales de Malasia».

De acuerdo al reglamento de FIFA, si tiene un bisabuelo malayo, Garcés no cumpliría con los criterios, algo no contemplado para vestir la camiseta de la selección nacional.
Según el reglamento de la FIFA, un jugador sólo puede jugar para una selección nacional si su padre o madre nació en ese país, sus abuelos paternos/maternos son ciudadanos o ha sido residente legal de forma continua durante al menos 5 años después de cumplir 18 años.
De todos modos, es el primer capítulo de una novela que tendrá seguramente una apelación y después FIFA deberá ratificar o rectificar la sanción. Además, queda la última instancia del TAS.

Documento de FIFA sobre Reglas de Elegibilidad.





