El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistirá este domingo a la final del Abierto de Estados Unidos como invitado de Rolex, a pesar de las tensiones comerciales entre ambos países. Durante su mandato, Trump impuso un arancel del 39% a los productos suizos, incluidos los relojes de lujo, pero esto no impidió que la marca suiza extendiera una invitación para que el exmandatario estuviera presente en el evento.
El Abierto de Estados Unidos, uno de los torneos más importantes del tenis mundial, contará con la presencia de Trump en una de sus finales más esperadas. El enfrentamiento será entre el segundo cabeza de serie, el español Carlos Alcaraz, de 22 años, y el primer cabeza de serie y campeón defensor, el italiano Jannik Sinner, de 24 años.
Para evitar interrupciones o posibles abucheos del público, los organizadores del torneo han tomado medidas para asegurar que la presencia de Trump no interfiera con la experiencia del evento. Se espera que las posibles reacciones del público no se escuchen en la transmisión televisiva, lo que podría restar protagonismo a la competencia en sí.
Trump, durante su segundo mandato, centró la mayor parte de sus viajes nacionales en asistir a eventos deportivos de alto perfil, en lugar de hacer los típicos anuncios de políticas o llevar a cabo grandes mítines. De esta forma, su presencia en el Abierto de Estados Unidos no es una sorpresa, dado que el expresidente ha mantenido una presencia constante en eventos deportivos durante los últimos años.
El hecho de que Trump haya aceptado la invitación de Rolex, una marca que tiene fuertes lazos con la élite del tenis, se produce solo unas semanas después de la polémica imposición de aranceles a productos suizos, lo que ha generado más controversia en torno a su figura. Sin embargo, la invitación refleja la relación especial entre el exmandatario y la industria del lujo, así como la relevancia que los eventos deportivos siguen teniendo para su imagen pública.





