La noche del sábado en Las Vegas quedará marcada como uno de los capítulos más importantes en la historia reciente del boxeo. Terence Crawford superó de manera contundente a Saúl «Canelo» Álvarez y se convirtió en el primer boxeador en ser campeón indiscutido en tres divisiones distintas en la era de los cuatro cinturones.
El combate, cargado de expectativa internacional, se resolvió tras 12 intensos asaltos, en los que Crawford impuso su estilo con claridad. La decisión unánime de los jueces (116-112, 115-113, 115-113) reflejó el dominio del oriundo de Nebraska, quien sorprendió al mundo al desarticular el ataque del mexicano con una defensa impecable, jabs certeros y un juego de pies virtuoso.
Uno de los momentos más virales y comentados de la noche llegó tras un contundente golpe de Crawford que dejó desconcertado al Canelo, imagen que circuló rápidamente en redes sociales como símbolo del desarrollo del combate. Analistas y fanáticos coincidieron: esa secuencia fue un resumen perfecto de una pelea que tuvo un claro dueño de principio a fin.
Crawford supo mantener la distancia y neutralizar la ofensiva de Álvarez con inteligencia y frialdad. Lejos de entrar en el terreno de la potencia bruta, apostó por la técnica, el control del ring y la paciencia para construir su victoria.
Con este triunfo, Crawford no solo entra en la historia grande del boxeo, sino que también desplaza a una leyenda viviente como Canelo del trono de los supermedianos, dejando claro que su legado aún está en pleno ascenso.






