La crisis de SanCor sumó este fin de semana un capítulo decisivo. En una asamblea extraordinaria realizada en Sunchales, los trabajadores de la cooperativa láctea, afiliados a la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), votaron por unanimidad pedir la quiebra de la empresa ante el juzgado donde se tramita el concurso preventivo.
La resolución se fundamenta en el incumplimiento de pagos esenciales: desde abril la firma no abona los sueldos de sus empleados ni el aguinaldo del primer semestre, además de acumular una deuda de más de $14.000 millones en aportes y contribuciones a la obra social OSPIL, la mutual AMPIL y el propio gremio.
Los dirigentes sindicales advirtieron que esta situación afecta directamente a la salud y al bienestar de las familias de los trabajadores, que desde hace meses sufren la falta de ingresos. Según se detalló en la asamblea, la deuda histórica preconcursal asciende a $69.000 millones, correspondientes a 1.860 créditos laborales reconocidos.
La periodista especializada en lechería, Élida Thiery, explicó en diálogo con EME que es el gremio quien formalizará el pedido de quiebra: “El gremio baja la línea de lo que se vota en la asamblea. Lo que buscan es quedarse formalmente con SanCor”. Sin embargo, consideró poco probable que la Justicia acepte la solicitud: “No hay nadie dispuesto a convalidar la quiebra en estas condiciones”.
Aun así, ATILRA impulsa la medida bajo la figura de “quiebra con continuidad de la explotación”, lo que permitiría mantener activos los establecimientos fabriles y preservar los puestos de trabajo mientras se buscan inversores que garanticen la viabilidad futura de la cooperativa.





