Cada 5 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Meningitis, una fecha para reflexionar sobre el impacto de una enfermedad poco frecuente, pero capaz de alterar para siempre la vida de una persona y su entorno. En este marco, EME Medios, desde Santa Fe, comparte una nota original que sintetiza la realidad actual y las rutas de acción para disminuir riesgos.
La meningitis puede ser causada por diversos agentes: virus, bacterias, hongos o parásitos, y cada tipo se manifiesta de forma distinta. En términos generales, la forma viral es la más frecuente y, en la mayoría de los casos, la menos grave; las fúngicas y parasitarias suelen afectar a personas con defensas comprometidas. Pero es la meningitis bacteriana la que representa la mayor amenaza, ya que progresa rápidamente y puede dejar secuelas graves o incluso ser mortal si no se trata a tiempo.
Entre los patógenos bacterianos, el meningococo (Neisseria meningitidis) está dentro de los principales responsables de brotes epidémicos. “La meningitis suele manifestarse de forma intempestiva y el mayor problema es que sus síntomas pueden confundirse con cuadros más leves. Cuando la consulta médica se retrasa, el pronóstico se vuelve mucho más complejo”, explica Fernando Burgos (M.N 81.759), jefe de la sección ambulatoria de pediatría del Hospital Austral.
Los signos habituales de la enfermedad incluyen fiebre alta repentina, dolor de cabeza intenso, rigidez de cuello, vómitos y somnolencia. En los bebés, la detección es más compleja y puede verse como irritabilidad, llanto persistente, rechazo a la alimentación o hinchazón de la fontanela, la zona blanda en la cabeza.
En casos graves de meningococo, la infección puede derivar en sepsis meningocócica, con manchas violáceas en la piel (petequias) y deterioro rápido del estado general. Los niños pequeños son el grupo más vulnerable; datos del Instituto Malbrán revelan que el serogrupo B continúa siendo predominante en menores de un año, alcanzando el 95% de los casos confirmados en 2024 dentro de este grupo etario. Además, los adolescentes, aunque a veces cursen sin síntomas, son portadores y transmisores clave, lo que subraya la importancia de la vigilancia y la inmunización en esa franja.
Las secuelas pueden ser devastadoras: sordera, problemas de aprendizaje, alteraciones de la visión y la coordinación, o incluso amputaciones. Estas secuelas impactan no solo a la persona, sino también a su familia y a la economía del hogar.
En el plano preventivo, la cobertura de vacunación en Argentina aún presenta brechas importantes. La dosis frente al meningococo a los 11 años tiene adherencia superior al 60%, y en menores de 1 año la cobertura promedio no supera el 80%, lejos del 95% recomendado para una protección comunitaria eficaz.
“El objetivo es claro: no podemos permitir que una vacuna exista y no se aproveche. La vacunación temprana y el acceso a la inmunización en adolescentes son fundamentales para reducir la transmisión y salvar vidas”, afirma Burgos.
La convocatoria internacional, a través de la OMS, ha sido clara desde 2020 con la hoja de ruta “Derrotar la Meningitis para 2030”. Sus tres ejes son: eliminar epidemias de meningitis bacteriana, reducir en un 50% los casos prevenibles por vacunación y disminuir en un 70% la mortalidad. Alcanzar estas metas exige esfuerzo conjunto: sistemas de salud, profesionales y comunidad deben trabajar en conjunto para mejorar la concienciación y garantizar el acceso equitativo a las vacunas.
Qué hacer ante la sospecha de meningitis
- Acudir de inmediato a un centro de salud ante fiebre alta repentina, dolor de cabeza intenso, rigidez de cuello o somnolencia.
- En bebés, estar atentos a irritabilidad, llanto intenso, rechazo a la alimentación o hinchazón de la fontanela.
- Consultar y, si corresponde, vacunar: la vacuna contra el meningococo es una herramienta clave para reducir contagios y proteger a la población.
La prevención es la mejor defensa. Vacunar a los niños y adolescentes no sólo protege a cada familia, sino que fortalece la salud comunitaria en nuestra región. En este Día Mundial de la Meningitis, desde EME Medios invitamos a la reflexión, la vigilancia y, sobre todo, a la acción concreta: consulta médica ante síntomas sospechosos y cumplimiento de los esquemas de vacunación.
Si te interesa ampliar información local, contacta con tu centro de salud y consulta con tu médico de confianza sobre el calendario de vacunas y las actualizaciones recomendadas para adolescentes y niños. La meningitis puede ser impredecible, pero nuestra respuesta no tiene por qué serlo.





