Gimnasia y Esgrima de Mendoza logró lo que parecía un sueño: volver a poner a la provincia en lo más alto del fútbol argentino. El conjunto mendocino cerró una temporada brillante, primero en la tabla general con 63 puntos, y después campeón tras vencer por penales a Deportivo Madryn, sellando su ascenso a la Primera División 2026.
El torneo no fue sencillo. El “Lobo” peleó fecha a fecha con Estudiantes de Río Cuarto y Estudiantes de Buenos Aires, pero su regularidad terminó marcando la diferencia. Bajo el mando inicial de Ezequiel Medrano, el equipo mostró solidez y una identidad de juego que lo mantuvo invicto durante gran parte del certamen. Sin embargo, tras una serie de resultados ajustados, Medrano dejó su cargo en la fecha 23.
El 24 de julio, Ariel Broggi asumió la dirección técnica con el desafío de mantener al equipo en la pelea. Y lo hizo con carácter: debutó con una victoria 2-0 ante Colón y encadenó tres triunfos consecutivos. En total, su ciclo cerró con 7 victorias, 3 derrotas y 2 empates, consolidando el rendimiento que llevó al “Lobo” a cumplir su gran objetivo.
A lo largo del campeonato, Gimnasia fue un equipo equilibrado, con una defensa firme, un mediocampo combativo y una delantera que respondió en los momentos clave. Logró resultados valiosos como los triunfos ante Temperley, Defensores de Belgrano, y el propio Colón, además de una destacada racha sin perder en condición de local.
La coronación llegó desde los doce pasos ante Deportivo Madryn, donde el “Lobo” mostró temple y efectividad para gritar campeón. Así, Gimnasia y Esgrima de Mendoza se consagra como el nuevo protagonista del fútbol argentino, representando con orgullo al interior y abriendo una nueva página en su rica historia.
