Desde la Asociación Bancaria seccional Santa Fe manifestaron su preocupación por el cierre de sucursales del Banco Macro en la provincia. El secretario adjunto del gremio y delegado de la Comisión Interna, Carlos Rivero, confirmó que el 20 de noviembre cerrará la sede ubicada en Boulevard Pellegrini y San Lorenzo, una de las más importantes de la capital provincial.
“Se ha dispuesto el cierre de sucursales. Una ya tiene fecha que será el 20 de noviembre. Las razones no las brindan”, explicó Rivero en diálogo con EME. El dirigente detalló que la decisión fue comunicada hace apenas dos semanas y que, desde entonces, el gremio solicitó una reunión con las autoridades del banco. “Pedimos una reunión con las autoridades, pero todavía no nos contestaron y por eso llegamos a esta medida”, afirmó.
Rivero señaló que la medida genera una fuerte incertidumbre laboral entre los empleados: “Tendrán sus razones, pero nosotros también tenemos las nuestras: hay compañeros que son trabajadores. El paso siguiente al cierre de sucursal generaría su desprendimiento”. En ese sentido, precisó que son alrededor de 15 los trabajadores que deberán ser reubicados, y advirtió que “es difícil para cualquier bancario volver a insertarse en otro ambiente laboral”.
Además del cierre confirmado, el dirigente adelantó que otra sucursal podría dejar de funcionar antes de fin de año y que ya son más de una docena las oficinas cerradas en toda la provincia. “Hay una política de achicamiento que hay que denunciar. No se trata solo de números, se trata de personas y familias que viven de este trabajo”, remarcó.
Ante la falta de respuestas, los trabajadores realizarán una medida de fuerza este jueves que consistirá en la suspensión de atención al público durante la última hora de la jornada: de 12.15 a 13.15 en Santa Fe y de 11.15 a 12.15 en Santo Tomé.
“Estamos dispuestos al diálogo, pero queremos que no se manosee a la gente. Si no hay respuestas, la próxima semana las medidas se van a profundizar”, advirtió Rivero.
Finalmente, el representante gremial remarcó que el problema no se limita a Santa Fe. “Esto también está ocurriendo en Entre Ríos, Córdoba y otras provincias. Cuando la situación está mal, la variable de ajuste siempre es el trabajador. No quieren perder ni un centavo, pero detrás de cada cierre hay familias que viven de este empleo”, concluyó.
