La histórica cooperativa Sancor atraviesa una etapa crítica en su proceso concursal. La firma jurídica Regali y Asociados, que representa a un grupo de acreedores, brindó precisiones sobre la situación actual y advirtió que el juez interviniente otorgó a la empresa una última oportunidad para presentar un plan de contingencia que permita evitar la quiebra.
Según explicaron desde el estudio, el concurso “recién está en sus pasos iniciales”, tras la finalización de las etapas de verificación e impugnación de créditos. En la última reunión del consorcio de acreedores se analizó el pedido de quiebra impulsado por el sindicato y se debatieron alternativas para proteger los intereses de ex trabajadores, productores y proveedores.
Además, Regali y Asociados reiteró su pedido de intervención judicial en la administración de la empresa, solicitando el desplazamiento de los actuales directivos y la apertura de una investigación penal sobre la gestión de los últimos diez años. “Ese período no es casual: coincide con el plazo de prescripción de determinadas acciones legales”, aclararon.
En ese contexto, el magistrado a cargo del expediente requirió a Sancor la presentación de un plan de contingencia en el que deberá detallar su estrategia para salir de la crisis, las asesorías que la acompañan y las decisiones adoptadas hasta el momento. “El juez está intentando darle una oportunidad más a la empresa para evitar la quiebra, aunque los pedidos presentados están bien fundados y podrían prosperar”, indicaron desde el estudio.
Riesgo de quiebra y activos en peligro
Los abogados advirtieron que, de concretarse la quiebra, esta sería de carácter liquidativo, lo que implicaría la venta de los bienes para pagar a los acreedores. “Sancor Seguros ya continúa con la ejecución de una hipoteca sobre el Centro de Distribución de Buenos Aires, y el resto de los acreedores podría avanzar sobre otros activos valiosos, como la marca”, detallaron.
También señalaron que el valor de remate de los bienes suele ser “la mitad o menos de su valor real” y que las plantas industriales —como la de Sunchales— presentan “tecnología obsoleta y escaso interés comercial”. Hasta el momento, sólo se habría recibido una oferta de compra, considerada “irrisoria” por no cubrir ni el 10% de las deudas totales.
Irregularidades y falta de transparencia
El estudio denunció además irregularidades en la administración y una falta de control de la sindicatura. Afirmaron que Sancor “se maneja de forma autónoma y sin rendir cuentas”, y citaron como ejemplo un acuerdo con la firma Elcor S.A. del que el juez y la sindicatura se habrían enterado por los medios.
Entre las anomalías detectadas, también mencionaron la presentación de 850 recibos apócrifos, que serán objeto de revisión judicial.
Finalmente, desde Regali y Asociados expresaron su malestar por “la falta de respuestas y la pasividad de los responsables”. “Parece que quieren que la empresa quiebre de una vez. No hay voluntad de salvarla, los directivos no aparecen y el juez ni siquiera los conoce”, concluyeron.





