En el preciso instante en el que los jugadores salieron a jugar la revancha de la semifinal de la Copa Libertadores ante Flamengo, Racing se expuso a una fuerte sanción. La Academia lanzó enormes cantidades de pirotecnia con el fin de apoyar a los suyos e intimidar a los brasileños, minutos antes del encuentro que finalizó 0 a 0.
Poco más de tres semanas después de aquel compromiso en el Cilindro de Avellaneda, Unidad Disciplinaria de CONMEBOL oficializó el castigo para el equipo argentino por dos infracciones graves: la reincidencia con los fuegos artificiales (había hecho algo similar en 2024 por la Sudamericana) y un grave acto de racismo en las tribunas.
El equipo de Gustavo Costas deberá jugar sus primeros tres compromisos internacionales del año próximo a puertas cerradas. Además, tendrá que afrontar su cuarta presentación con un aforo reducido, sin poder contar con su estadio al 100% de su capacidad.
En principio, Racing cumplirá su pena en la Copa Sudamericana, a la que ya está clasificado por la tabla anual de la Liga Profesional. Sin embargo, en caso de que se consagre campeón del Torneo Clausura, tendrá que hacerlo en la Libertadores. Sea cual sea el caso, jugará la totalidad de la fase de grupos sin público y los octavos de final con límite de capacidad.





