El presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE), Javier Martín, trazó un balance crítico del año productivo y económico, señalando que muchos sectores industriales cierran el 2025 con niveles de actividad por debajo del año pasado, principalmente aquellos ligados al consumo interno.
“Es difícil hablar de promedios —admitió— porque algunos rubros están funcionando bien, como gas, petróleo, energías o agroindustria, pero la mayoría de las actividades vinculadas al mercado interno están muy afectadas. El consumo no repunta y está entre un 8 y un 10% por debajo del 2024”, explicó en diálogo con EME Medios.
Martín advirtió que el mercado interno no se recuperará mientras los salarios sigan por debajo de la inflación, y remarcó que “hasta que no repunte el salario real, es difícil que se recomponga el poder de compra y el nivel de actividad”.
De cara al 2026, el dirigente considera que “las perspectivas a corto plazo son similares”, aunque ve oportunidades en los sectores de energías renovables y biocombustibles, que “podrían mejorar sus niveles de producción el próximo año”.
En ese sentido, sostuvo que además de mantener la estabilidad macroeconómica, “Argentina necesita medidas que impacten en la economía real. Venimos de tasas de interés demasiado elevadas, incompatibles con proyectos productivos”.
Reclamos y reformas pendientes
Martín anticipó que estos temas estarán sobre la mesa en la reunión que la Unión Industrial Argentina (UIA) mantendrá con el presidente Javier Milei. “El reclamo es igualar la cancha. Tenemos cuatro grandes áreas que afectan fuertemente la competitividad: infraestructura, financiamiento, régimen laboral y sistema tributario”, enumeró.
Sobre el plano laboral, pidió avanzar en una modernización que no quite derechos, pero brinde flexibilidad y fomente la formalización del empleo. “Hay una enorme litigiosidad laboral que afecta especialmente a las PYMES y en algunos casos compromete su continuidad. Necesitamos un sistema que dé seguridad y reduzca la judicialización, porque eso genera riesgo e incertidumbre”, sostuvo.
En cuanto al sistema impositivo, insistió en la necesidad de una simplificación tributaria: “Hay impuestos que generan trámites pero no recaudación, y otros, como Ingresos Brutos, que se suman en cada eslabón de la cadena. Lo peor que podemos hacer es exportar impuestos”.
Costos logísticos y tipo de cambio
Martín también se refirió a los altos costos logísticos que enfrentan las industrias para exportar: “Sacar un producto de Tucumán a los puertos del sur santafesino cuesta lo mismo que desde Rosario hasta China. Son los costos argentinos que tenemos que reducir si queremos ser competitivos”.
Respecto al tipo de cambio, fue contundente: “No es normal ni deseable que Argentina gaste 8.000 millones en turismo al exterior. Hoy cualquier cosa que uno fabrique acá cuesta más caro que afuera. El peso está sobrevaluado y eso beneficia más a la importación que a la producción local”.
Finalmente, el titular de FISFE señaló que “si el plan económico sigue como hasta ahora, hay pocas posibilidades de cambio”, aunque reconoció que la baja de la inflación y la estabilidad macroeconómica son aspectos positivos.
“Argentina necesita desarrollo para todos —concluyó—. Somos casi 50 millones de habitantes, y ningún país del mundo se desarrolló sin un modelo de agregado de valor importante. Si queremos crecer, debemos apostar a la producción local, al empleo formal y al trabajo con valor agregado”.





