Luego del 2,1% de septiembre, la inflación de octubre marcó una suba del 2,3%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Con este dato, el índice de precios acumula un 24,8% en lo que va del 2025 y una variación interanual del 31,3%.
El informe del Indec señala que Transporte fue el rubro que más aumentó durante el mes, con un 3,5%, impulsado por ajustes en combustibles y pasajes. En segundo lugar se ubicó Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un 2,8%, afectado por la actualización de tarifas en varios servicios públicos.
Por su parte, Alimentos y bebidas no alcohólicas —con un aumento del 2,3%— fue el rubro de mayor incidencia en casi todas las regiones del país, salvo en la Patagonia, donde predominó el impacto de los servicios de vivienda y energía.
En el otro extremo, Equipamiento y mantenimiento del hogar y Recreación y cultura registraron los incrementos más bajos, ambos con 1,6%.
Entre las categorías, los precios estacionales encabezaron el alza con 2,8%, seguidos por los regulados (2,6%) y el IPC núcleo (2,2%), que excluye los componentes más volátiles.

El mes estuvo atravesado por las elecciones legislativas nacionales, lo que generó cierta incertidumbre y volatilidad cambiaria, factores que incidieron en el leve aumento del índice. Aun así, el Indec remarcó que el traslado a precios del dólar continúa siendo bajo, en un contexto de consumo estancado y actividad débil.
Tras conocerse los datos, el ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que el país suma “dieciocho meses consecutivos de desaceleración interanual”, y que esta variación es “la más baja desde julio de 2018”. Además, recordó que el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central había proyectado una inflación de 2,2%, apenas por debajo del resultado final.
Perspectivas hacia fin de año
Los analistas del mercado anticipan que el ritmo inflacionario podría seguir moderándose: estiman un 1,9% en noviembre, 2% en diciembre y 1,8% en enero de 2026. De cumplirse esas proyecciones, el año cerraría con un nivel general de precios del 29,6%.
El presidente Javier Milei volvió a insistir en su meta de “inflación cero para agosto de 2026”. En declaraciones recientes, aseguró: “Pasada la pirotecnia electoral, hay consenso sobre hacia dónde debe ir la Argentina. Mi compromiso es con los argentinos: bajar la inflación. El 30% me produce asco”.
Caputo, en tanto, reconoció que reducir la inflación por debajo del 2% mensual “es más difícil que bajarla desde los dos dígitos”, pero se mostró optimista: “Dentro de los próximos doce meses, la Argentina va a ir convergiendo a inflaciones internacionales”, anticipó.
Así, mientras el Gobierno celebra la tendencia descendente y proyecta un horizonte de estabilidad, la economía real todavía siente el impacto del estancamiento del consumo y de los salarios rezagados, que siguen siendo el principal desafío para consolidar la baja de precios.





