Brasil se acerca a un récord histórico en reducción de pobreza y desigualdad, según anunció el ministro de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre, Wellington Dias. En entrevista con el programa oficial Voz do Brasil, el funcionario destacó que el país cerrará el año con menos del 1 % de la población en situación de inseguridad alimentaria y una tasa de pobreza extrema del 4,4 %, la más baja de la historia, superando el mínimo anterior de 5,2 %.
Dias recordó que en 2016 Brasil sufrió un retroceso económico y social que aumentó el desempleo, la pobreza y el hambre, devolviendo al país al Mapa del Hambre de la ONU. En aquel periodo, 33 millones de personas vivían en situación de pobreza y extrema pobreza, mientras que el 2,5 % de la población sufría subnutrición.
Con la reanudación y fortalecimiento de las políticas sociales a partir de 2023, estos indicadores mejoraron significativamente, reduciéndose al 1,7 % en 2024 y permitiendo que Brasil volviera a ser retirado del Mapa del Hambre de la ONU. Más de 30 millones de personas dejaron de sufrir inseguridad alimentaria en apenas dos años, una de las mayores contribuciones de un país a la reducción del hambre a nivel global, según la FAO.
El ministro destacó que, de cara a 2026, Brasil se encuentra más preparado para impulsar la economía, mejorar la salud, la educación y la seguridad, consolidando los avances sociales alcanzados en los últimos años. “El Gobierno apuesta por un trabajo integrado para combatir la desigualdad, reducir la violencia y fortalecer el bienestar de la población”, afirmó.
Con estos resultados, Brasil se posiciona como un ejemplo de cómo las políticas públicas efectivas y sostenidas pueden generar cambios históricos en la calidad de vida de millones de personas.





