Luis Núñez agarró el bolso hace muchos años y nunca dejó de sumar experiencias. Nacido y criado en el barrio Pompeya de la ciudad de Santa Fe, formado como director técnico a fines de los años ’80, hoy es uno de los responsables de un ambicioso plan de desarrollo del fútbol amateur en Marruecos, país que será sede del Mundial 2030 y que apuesta fuerte a consolidar su crecimiento deportivo.
En una extensa y rica entrevista, Núñez repasó su historia personal y profesional, marcada por el sacrificio, la formación y la adaptación a distintos contextos culturales. Tras sus primeros pasos como entrenador en Unión y Pucará, y luego de una lesión que truncó su carrera como jugador, emigró a Estados Unidos a comienzos de los 2000, en plena crisis argentina, donde empezó prácticamente desde cero.

“Mi primer trabajo fue en un parque, como juez de línea, por 25 dólares el partido. A partir de ahí se fue dando una carrera que me bendijo Dios”, recordó. En ese camino, trabajó en proyectos formativos y de scouting vinculados a clubes y figuras de primer nivel mundial como el Milan, Juventus, y futbolistas de la talla de Javier Zanetti, Thierry Henry, Edgar Davids y Claudio Reyna, entre otros.
Hoy, con casi 35 años de trayectoria como entrenador y formador, Núñez enfrenta uno de los desafíos más importantes de su carrera: dirigir y coordinar un proyecto integral de fútbol amateur en Marruecos, con base en Casablanca, apuntado a crear estructuras de inferiores, articular con escuelas y sentar las bases de un sistema sustentable de desarrollo de talentos de cara al Mundial 2030.

“El llamado fue sorpresivo. Me pidieron que presentara un proyecto para el desarrollo del fútbol amateur. Viajé, lo presenté, gustó y acá estamos. Es un desafío enorme, más aún a esta edad”, contó. El programa, financiado por capitales privados y con respaldo de la corona real marroquí, busca replicar modelos exitosos de formación como los que Núñez ayudó a construir en Estados Unidos, donde el fútbol hoy es el deporte más practicado en escuelas secundarias y universidades.
Núñez explicó que su rol está separado del fútbol profesional y que su foco está puesto en la base: infantiles, juveniles y estructura formativa, en un país que, si bien viene logrando resultados destacados a nivel selecciones —como el histórico Mundial y las finales en juveniles— aún muestra grandes falencias en su organización de base.
Además, el entrenador adelantó que en su próxima visita a Santa Fe intentará vincular el proyecto marroquí con el fútbol santafesino. “Quiero reunirme con gente de la Liga Santafesina e involucrar al fútbol de Santa Fe, para devolver en parte todo lo que uno vivió desde chico”, afirmó, sin ocultar su sentido de pertenencia.

Desde Nueva York, donde reside desde hace 25 años, Núñez también analizó el presente del fútbol argentino, la evolución institucional de Unión, el rol de los representantes, el Mundial 2026 en Estados Unidos y el fenómeno Messi, siempre con una mirada crítica y formativa, basada —como él mismo dice— en “la mejor cámara fotográfica: los ojos”.
La historia de Luis Núñez es la de muchos santafesinos que salieron del barrio con sueños, esfuerzo y convicción, y que hoy, desde distintos rincones del mundo, siguen llevando la impronta del fútbol argentino. Esta vez, el camino lo lleva a África, con Marruecos 2030 como horizonte y el mismo objetivo de siempre: formar, educar y dejar bases sólidas para el futuro.





