La final del fútbol argentino entre Estudiantes de La Plata y Racing dejó mucho más que emociones deportivas. Además de las imágenes virales que recorrieron las redes —como la ya comentada reacción de Guillermo Francella—, el cierre del Torneo Clausura sumó un condimento inesperado: la intervención pública del presidente Javier Milei.
El mandatario, que nunca ocultó su simpatía por Boca Juniors y no es identificado como hincha del Pincha, sorprendió al celebrar la consagración del equipo platense con un mensaje tan breve como elocuente en sus redes sociales. “EdeLP! Fin.”, escribió, en una publicación que rápidamente generó repercusión tanto en el ámbito deportivo como en el político.
Lejos de tratarse de un simple guiño futbolero, el gesto fue leído por analistas como una toma de posición pública en un contexto institucional cargado de tensiones. Estudiantes coronó el título tras una campaña atravesada por fuertes conflictos con la Asociación del Fútbol Argentino, entre ellos la polémica sanción a Juan Sebastián Verón, presidente del club y una de las figuras más influyentes del fútbol local.

El respaldo presidencial aparece, así, enmarcado en una relación cada vez más tirante entre el Gobierno nacional y la dirigencia del fútbol argentino. En las últimas semanas, los cruces entre Estudiantes y la AFA escalaron con episodios que no pasaron desapercibidos, como la protesta de los jugadores del Pincha realizando un pasillo de espaldas, y las posteriores sanciones aplicadas por el Tribunal de Disciplina, que alcanzaron tanto a futbolistas como al propio Verón.
En ese escenario, el mensaje de Milei funcionó como una señal política que excede el resultado deportivo. Para algunos, se trató de un respaldo implícito a la postura de Estudiantes frente a la AFA; para otros, de una nueva muestra del estilo directo y disruptivo del presidente, incluso en terrenos tradicionalmente ajenos a la agenda gubernamental.
Lo cierto es que la consagración de Estudiantes no solo quedó grabada en la historia deportiva, sino que también se coló en el debate público. Una final que se jugó en la cancha, se celebró en las tribunas y terminó resonando, también, en el plano político.





