Ante la polémica desatada por la inversión del Gobierno en la compra de los aviones F-16, un ex piloto de la FAA explicó que el país debía modernizar su flota para defender el territorio y el espacio aéreo.
El pasado fin de semana comenzaron a llegar al país los aviones F-16 que compró el gobierno de Javier Milei para la Fuerza Aérea. Y con la llegada de las aeronaves se reavivó la polémica, en redes sociales se pudo leer a quienes celebraron la decisión y a los que la cuestionan fuertemente.
Por ese motivo en Radio EME consultamos al Vicecomodoro Carlos Daniel López, piloto retirado de la Fuerza Aérea Argentina, santafesino que reside desde hace años en la ciudad de Córdoba, donde ejerce la docencia.
Ante la pregunta directa, López respondió qué significa para el país la compra de estos aviones, tan resistida por una buena parte de la sociedad y la dirigencia política, especialmente del arco opositor.
En principio quien fuera piloto de la Fuerza Aérea Argentina, calificó la operación como “una importante inversión, porque el territorio tan rico que tenemos, marítimamente hablando, en agua dulce, en minería, todo lo que tenemos, hay que cuidarlo”, aseguró.
“Estos tiempos, de grandes guerras en el mundo, por el tema de la ocupación económica, y del territorio, requiere un cambio en la postura de Argentina que tenía un poco abandonado el cuidado de sus límites, abandonadas sus fronteras y su aeroespacio. Y es ahí a donde vamos a ir con este avión. Porque este no es un avión de ataque, sino fundamentalmente de defensa. Una defensa que la habíamos perdido cuando se tuvo que desprogramar aquellos viejos aviones exitosos de la guerra de Malvinas como fueron los Mirage o los Dagger, que eran aviones interceptores de las décadas del 80 ó 90 y que había que reemplazarlos”.
López explicó que “estuvimos mucho tiempo sin poder cuidar el aeroespacio, con aviones muy buenos como el Pampa, pero el entrenamiento no cumple esta misión”.
Además detalló que “estos aviones vienen con una cañitas en la punta de las alas, de color rojo, que son misiles de ejercicio para mostrar la configuración de la aeronave nada más, no son misiles reales. Es un avión supersónico que viene a reemplazar a ese avión que dejó de prestar servicios hace unos años”.
Por lo tanto, “las tareas de este tipo de aviones serán disuasorias, se han comprado otros aviones para la marina, que se pueden utilizar para evitar el ingreso de busque pesqueros extranjeros a las 200 millas de plataforma submarina nacional. Pero, en el caso de los F-16, serán utilizados para disuadir a otros aviones que ingresan al espacio aéreo argentino sin identificación, tampoco para la lucha contra el narcotráfico, sino para aviones de mayor porte, porque serán utilizados para la defensa aérea del territorio”.
López insistió en que “nuestro territorio es tan rico en todo que ante la debilidad en defensa territorial, esto es una inversión que hacía falta en la Argentina. Los daneses estaban usando estos aviones hace años, Estados Unidos aceptó que los vendan a Argentina por la confianza que transmite este gobierno, con respecto al buen uso que se hará de ellos”.
En cuanto a los pilotos opinó que “seguramente han sido elegidos entre los mejores que estaban en este momento disponibles, y vienen de volar aviones Pampa, que son los aviones de entrenamiento avanzado que tiene Argentina, en Mendoza y en Tandil”.
“Hay que tener en cuenta que van a pasar de volar de aviones subsónicos, que vuelan por debajo de la velocidad del sonido, a aviones supersónicos, monomotor, por lo que hay que garantizar el funcionamiento, la parte técnica tiene que estar actualizándose”.
Además el ex piloto explicó que fueron muchos años de parate, es como quien tiene un auto viejito y pasa hoy a un cero kilómetro con tecnología avanzada y tenemos que aprender cómo se maneja, sobre todo en el caso de un avión que está montado alrededor de una computadora”. Es por ese motivo que los pilotos argentinos deberán hacer entrenamiento con los daneses antes de volar los F-16.
A pesar de que los aviones comprados por Argentina son de los años 70, López explicó que sus sistemas se van actualizando, hay programas permanentes de mantenimiento y de actualización. Un avión cero kilómetro no está al alcance de la disponibilidad económico de nuestro país.
Por eso, aseguró que con esta compra estamos lejos de la tecnología que tiene el primer mundo, donde ya hay F35; F22 y estos mismos F16 con actualización. Chile por ejemplo tiene una flota más moderna que la Argentina. Brasil, con su fábrica de aviones y tecnología aeroespacial están muy adelante respecto a nosotros. Ahí estará la capacidad de los pilotos argentinos ´que quedó demostrada en la guerra de Malvinas, sostiene López, que podrán suplantar el avance tecnológico.
Los aviones arribados este sábado fueron 6 de un total de 24, que completarán la compra en el años 2028. Para tener un punto de comparación, antes de la guerra de Malvinas, Argentina tenía más de 30 aviones entre los Mirages, más los Dagger, que eran parecidos pero de otro origen y A4 que alguna capacidad de defensa tenían, por lo que aseguró que hoy estamos muy atrás si comparamos con principios de los 80.
Esta es una importante incorporación para pegar un salto importante en calidad y tecnología.
Por ahora los F-16 permanecerán en el área materia Río Cuarto porque no es sólo una base, sino que tiene hangares de mantenimiento, donde se está desarrollando el personal técnico y los mecánicos. Y además porque está en el centro geográfico del país, en un lugar estratégico.
Finalmente el vicecomodoro Daniel López destacó la importancia de que se hable del tema en los medios de comunicación para que se pueda conocer sobre estrategia y defensa, temas que se demonizaron en nuestro país y llevan a muchos hoy a calificar la compra de estos aviones como innecesaria.
