Lando Norris ya es campeón del mundo. A los 26 años, el piloto británico firmó una temporada extraordinaria para conquistar su primera corona en la categoría y destronar a Max Verstappen, quien venía de obtener cinco títulos consecutivos. La definición fue de película: el neerlandés cumplió con su parte ganando en Abu Dhabi y Oscar Piastri terminó segundo, pero el tercer puesto le alcanzó a Norris para sellar el campeonato en un final cargado de tensión y matemática pura.
El año de Norris fue una muestra impecable de regularidad y consistencia. Sumó 423 puntos apoyado en victorias decisivas en Australia, Japón, España, Italia, Singapur y Las Vegas. Cuando no estuvo en ritmo de triunfo, mantuvo siempre un nivel competitivo que lo sostuvo arriba en la tabla y le permitió llegar a la última fecha como líder del certamen. El título también significó un nuevo éxito para su equipo, que celebró el campeonato de constructores por segundo año consecutivo.

En contraste, el argentino Franco Colapinto vivió otra jornada frustrante. Largó último, llegó a escalar hasta el 16º puesto, pero una parada final en boxes lo condicionó definitivamente. Con neumáticos medios y sin ritmo en su último stint —marcó un 1:30.714, lejos de su mejor vuelta— terminó 20º. Sus parciales finales reflejaron la caída de rendimiento y lo dejaron sin chances de recortar diferencias.
El 2025 quedará marcado como el año en el que Norris rompió la hegemonía de Verstappen y escribió su nombre entre los campeones del mundo. Una consagración trabajada, estratégica y emocionante, que promete cambiar el mapa de la máxima categoría en las próximas temporadas.





