El fútbol tiene días que quedan marcados para siempre, y este sábado fue uno de ellos para el Club Atlético Las Flores II. En el predio Nery Alberto Pumpido, el equipo naranja logró el ansiado ascenso a la Primera División de la Liga Santafesina de Fútbol tras superar a Banco Provincial en una final electrizante que se definió desde los doce pasos.
Los noventa minutos reglamentarios mostraron un encuentro intenso, friccionado y cargado de nerviosismo. Ninguno de los dos campeones —Las Flores II del Apertura y Banco del Clausura— pudo quebrar el cero. El árbitro, Maximiliano Manduca, marcó el final y decretó lo inevitable: el ascenso se decidiría desde el punto penal.
Allí, la historia cambió de color. Penal a penal, con corazones latiendo a mil y una tribuna que no respiraba, Las Flores II fue más efectivo y se quedó con el triunfo por 5 a 4, desatando la locura en el norte de la ciudad.
Formaciones
Las Flores II:
Walter Chamorro; Marcos Quiroz, Santiago Giménez, Cristian Nieto, Alexis Peña; Leandro Olivera, Agustín Flores, Alan Bermúdez, Diego Moncada; Joel Abraham, Valentín Paiva.
DT: Daniel Boloqui.

Banco Provincial:
Franco Porporello; Federico Canalis, Javier Salinas, Valentín Martínez, Agustín Fleitas; Nereo Álvarez, Agustín Sirvano, Ismael Contreras, Maximiliano Plutinio, Lucas López, Alan Chamorro.
DT: Francisco Gosálbez.
Los Penales
- Martínez abrió la serie para Banco, adentro.
- Moncada respondió con clase para Las Flores.
- Salinas marcó el segundo para Banco.
- Abraham igualó para los naranjas.
- Contreras falló el tercero: la tiró por arriba del travesaño y cambió el rumbo de la tarde.
- García puso arriba a Las Flores II.
- Gil mantuvo con vida a Banco.
- Bermúdez, firme, volvió a darle ventaja a los naranjas.
- Ariel Salinas convirtió el quinto de Banco y dejó todo en suspenso.
- Y llegó el momento eterno: Ariel Lozano, con un remate seco y preciso, selló el 5-4 y el ascenso.
Fiesta por EME Medios

Con ese último penal, Las Flores II gritó campeón y volvió a Primera, celebrando la hazaña frente a su gente. Fue una final de dientes apretados, un triunfo con carácter y una página dorada para un club que nunca renunció al sueño.
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