El Gobierno de la provincia de Santa Fe resolvió prorrogar la Declaración de Emergencia y/o Desastre Agropecuario por sequía en el departamento 9 de Julio, según lo establece el decreto 3184 firmado por el gobernador Maximiliano Pullaro y el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini.
La medida regirá desde el 1 de septiembre hasta el 28 de febrero de 2026 y comprende a los distritos Santa Margarita, San Bernardo, Villa Minetti, Pozo Borrado, Tostado, Logroño, Campo Garay, Esteban Rams y Montefiore. Quedan excluidos de la prórroga Gato Colorado y Gregoria Pérez Denis.
El decreto aclara que los productores que se encontraban en situación de Emergencia pasarán automáticamente a la categoría de Desastre, sin necesidad de realizar trámites adicionales. En tanto, aquellos que ya contaban con certificados de Desastre continuarán en la misma condición, quedando eximidos de cualquier nuevo acto administrativo.
En los considerandos, el Ejecutivo provincial advierte que la persistente falta de precipitaciones afecta de manera directa la producción y la capacidad productiva de los establecimientos agropecuarios, dificultando la continuidad de las actividades y el normal desarrollo del ciclo económico-productivo en la región.
A partir del monitoreo realizado por los equipos técnicos del Ministerio de Desarrollo Productivo, y con el aval de la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria, se concluyó que el nivel de daños y pérdidas registrados en la mayoría de los distritos del departamento justifica la continuidad de la emergencia y/o desastre agropecuario.
“El fenómeno climático ha generado y seguirá generando consecuencias que afectan a todas las actividades agropecuarias, con especial impacto en la ganadería y en la agricultura, particularmente en los cultivos de invierno como el trigo”, señala el decreto.
Además, se remarca que las praderas artificiales y los pastizales naturales han sufrido pérdidas significativas, lo que comprometió la disponibilidad de forraje para el ganado y provocó un aumento en los costos de producción, debido a la necesidad de suplementar la alimentación del rodeo.
En cuanto a la actividad ganadera, se detectaron pérdidas importantes de peso en los animales, una disminución en los índices de parición y se prevé una baja en los niveles de preñez, lo que impactará negativamente tanto en la producción actual como en la capacidad productiva futura de los establecimientos.
