Un explosivo provocó heridas a por lo menos 17 personas, la mayoría de ellos turistas sudafricanos, en las afueras de El Cairo, cerca de las Pirámides de Giza, uno de los atractivos turísticos más famosos del mundo.
Hasta el momento, ningún grupo terrorista reivindicó el atentado, que también afectó a un auto en el que viajaban cuatro egipcios. Otros ataques contra intereses turísticos han sido atribuidos a la filial egipcia del autodenominado Estado Islámico (EI).
El ataque ocurrió a tan solo unos 400 metros del Gran Museo Egipcio, una nueva instalación que todavía no ha sido inaugurada y que albergará la más importante colección de piezas arqueológicas del Antiguo Egipto. El Ministerio de Antigüedades dijo a través de un comunicado que el edificio no se ha visto afectado por la explosión.
“La explosión de un objeto rompió las ventanas de un ómnibus que transportaba a 25 personas de Sudáfrica y un auto que transportaba a cuatro egipcios. Algunos pasajeros de los dos vehículos resultaron con heridas leves debido a los cristales rotos y recibieron atención médica”, indicó una fuente de seguridad.
Durante un ataque similar en diciembre pasado, tres turistas vietnamitas y su guía egipcio murieron por la explosión de una bomba artesanal al paso de su ómnibus cerca del lugar de las Pirámides de Giza.
El ataque de ayer se produce poco más de un mes antes del inicio de la Copa de África de Naciones (CAN), organizada en Egipto del 21 de junio al 20 de julio.
La industria del turismo, crucial para la economía egipcia, se ha visto muy afectada por la inestabilidad política y los atentados que siguieron a la revuelta de 2011 que concluyó con la caída del presidente Hosni Mubarak tras 30 años en el poder.
De 14,7 millones de turistas en 2010 se pasó a apenas 5,3 millones en 2016.
Pero la industria del turismo había mejorado desde 2017, con 8,3 millones de visitantes.
En Sudáfrica, el vocero del Departamento de Relaciones Internacionales, Ndivhuwo Mabaya, dijo que “podía haber sudafricanos afectados” por el ataque de ayer, pero no quiso dar más precisiones sobre el posible número de heridos.
“El embajador intenta verificar con las autoridades. Hemos activado nuestro mecanismo de respuesta de emergencia y hemos abierto una línea telefónica de emergencia” para las familias preocupadas por saber dónde están sus familiares, añadió.
Desde la destitución por parte del Ejército del presidente islamista Mohammed Morsi en 2013, las fuerzas de seguridad enfrentan a grupos extremistas muy activos, entre ellos la organización jihadista Estado Islámico (EI), principalmente en la Península de Sinaí (noreste).
A pesar del centenar de arrestos y condenas a personas acusadas de terrorismo, se siguen produciendo ataques de manera esporádica en Egipto. Principalmente van dirigidos contra las fuerzas de seguridad, pero también contra los coptos, importante minoría cristiana en el país. Las ONG de defensa de los derechos humanos suelen acusar al régimen del presidente Abdel Fatah al-Sisi de recurrir a la tortura y de no garantizar juicios justos a las personas procesadas.