El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que el Gobierno extenderá hasta el 31 de marzo de 2026 la reducción temporal de los derechos de exportación para la cosecha fina, específicamente para el trigo y la cebada. La medida busca sostener el impulso exportador del sector, pero deja fuera a productos clave como la soja, el maíz, el girasol, el sorgo y sus derivados, que volverán a pagar retenciones a los niveles vigentes a comienzos de este año a partir del 1 de julio.
Según precisó Caputo, las exportaciones de estos productos y sus subproductos representan cerca de 4.000 millones de dólares anuales, lo que equivale aproximadamente al 5% del total de las exportaciones del país.
La Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) respaldó la decisión oficial, señalando que “es el camino correcto”, aunque advirtió que sería “deseable” extender el beneficio a los granos de la cosecha gruesa, como la soja y el maíz, que tienen un fuerte impacto en la producción y la balanza comercial argentina.
En este contexto, el sector agroexportador mostró signos de recuperación: la liquidación de divisas en abril alcanzó los 2.524 millones de dólares, lo que representa un incremento interanual del 32%. En el acumulado del primer cuatrimestre, la mejora alcanza el 35% respecto al mismo período del año anterior.





