Unión de Santa Fe logró un triunfo clave ante Riachuelo de La Rioja por 88 a 78 en el Ángel Malvicino y puso la serie 2-1 a favor de la visita en los playoffs de la Liga Nacional de Básquet. El equipo dirigido por Sebastián Puñet mostró su mejor versión como local y dio señales de recuperación.
Desde el arranque, el Tatengue impuso condiciones con Whelan y Bombino como estandartes ofensivos. La visita, por su parte, apostó casi exclusivamente al tiro exterior, con algunos aciertos de Forestier, Aguerre y Montano. Unión cerró el primer cuarto con una ventaja clara de 21-11.
En el segundo período, Riachuelo mejoró con su segunda unidad. Mostró solidez defensiva y mayor fluidez en ataque, recortando distancias. Sin embargo, el anfitrión respondió con el liderazgo de Alessio y Bombino, y un cierre de alto impacto de Morrison —con tiros libres y un triple sobre la chicharra— para irse al entretiempo 44-35 arriba.
El tercer cuarto comenzó con un sacudón del visitante: en menos de un minuto, un doble de Forestier y un triple de Montano, más tres buenas defensas, le cambiaron la cara al juego. Pero Unión se sostuvo gracias a Guerra, quien anotó seis puntos consecutivos. En un tramo muy táctico y parejo, el local volvió a tomar el control del marcador y cerró el parcial 67-54.
Ya en los últimos diez minutos, el equipo santafesino mantuvo la concentración y encontró soluciones en distintas manos. Mostró solidaridad en ataque y orden en defensa, mientras que Riachuelo, errático desde los 6,75 metros, no logró inquietarlo. Con el resultado definido, el visitante rotó el banco.
Fue victoria de Unión por 88 a 78, que ahora buscará igualar la serie cuando vuelva a ser local en el cuarto juego.





