El jefe de la sección de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria iraní, Mohammad Kazemi, fue asesinado junto a su segundo, Hasán Mohaqeq, en un bombardeo israelí sobre Teherán. La operación fue confirmada por el primer ministro Benjamin Netanyahu durante una entrevista con la cadena estadounidense Fox News, en la que también indicó que “la operación fue coordinada previamente con Estados Unidos y el presidente Trump”.
La información había sido anticipada por la cadena Iran International y luego confirmada por la agencia estatal IRNA, que detalló que, además de Kazemi y Mohaqeq, también murió el general Mohsen Bagheri. En una declaración oficial, la Guardia Revolucionaria advirtió que Israel enfrentará una “respuesta devastadora” y aseguró que los territorios ocupados “dejarán de ser habitables”.
Los ataques forman parte de una escalada bélica entre ambos países. En la madrugada del domingo, Irán había lanzado una ofensiva con drones y misiles sobre Israel, causando al menos 13 muertos y más de 380 heridos. Como represalia, Israel atacó instalaciones estratégicas en Irán, incluyendo depósitos de combustible y edificios vinculados a su programa nuclear. Netanyahu sostuvo que la ofensiva continuará “hasta eliminar la amenaza”.





