El estado de salud de Alejandra “La Locomotora” Oliveras continúa siendo crítico, aunque clínicamente estable. A una semana del accidente cerebrovascular isquémico que sufrió, los médicos del Hospital José María Cullen intentaron disminuir su sedación para observar reacciones neurológicas, pero debieron suspender la maniobra al no obtener respuestas favorables.
“La situación es dinámica”, explicó el director del hospital, Bruno Moroni, al móvil de EME. Aunque los parámetros clínicos generales son estables, el foco del seguimiento está en la evolución neurológica. Las llamadas “ventanas de sedación” permiten evaluar reflejos y movimientos voluntarios, aunque en este caso no se observaron señales positivas que justificaran continuar con la reducción de sedantes.
“El pronóstico sigue siendo reservado. Esto puede cambiar en minutos”, advirtió Moroni. Oliveras permanece en estado crítico, bajo monitoreo permanente del equipo médico, que ajusta las decisiones terapéuticas de acuerdo a su respuesta orgánica.
Una semana de internación tras un episodio súbito
El pasado lunes 14 de julio, Oliveras fue derivada al Hospital Cullen luego de ser atendida en el Samco de Santo Tomé, donde ingresó con síntomas de desorientación, pérdida de movilidad en el lado izquierdo y un cuadro confusional. El traslado de urgencia respondió a la complejidad del episodio, que fue rápidamente diagnosticado como un ACV isquémico.
Los estudios confirmaron una obstrucción arterial que impidió el flujo sanguíneo en una zona del cerebro, lo que desencadenó el cuadro neurológico agudo.
La noticia conmovió tanto al ámbito deportivo como al político, ya que Oliveras —ex campeona mundial de boxeo— fue electa convencional constituyente por el Frente de la Esperanza en los comicios del pasado 13 de abril. El ACV coincidió con el inicio formal de la Convención Constituyente que busca reformar la Carta Magna de la provincia de Santa Fe por primera vez en más de seis décadas.
Por el momento, el entorno familiar, las autoridades del hospital y sus allegados piden cautela y acompañamiento respetuoso mientras se espera una evolución favorable.
