La planta de Acindar en Villa Constitución interrumpió el 85% de su actividad productiva y suspendió a más de 500 trabajadores durante una semana. La decisión fue tomada por el grupo ArcelorMittal como consecuencia de la fuerte retracción del mercado interno, el parate en la obra pública y el incremento de importaciones de acero, especialmente desde China.
Durante el primer semestre de 2025, la empresa operó al 50% de su capacidad instalada, mientras que en 2024 su producción ya se había reducido a la mitad respecto del año anterior. “Ya preocupa la parada. Están produciendo tres semanas y parando una”, señalaron fuentes de la planta. Desde enero rige un esquema de suspensiones con el 75% del salario y un plan de retiros voluntarios.
El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) local, Pablo González Piparra, expresó su preocupación: “Ahora se pararon los sectores más grandes, como los trenes de acería, que concentran entre el 60 y 70% del personal”. En los últimos años, la planta pasó de tener 1.230 trabajadores a 930, acumulando un excedente de personal por la baja demanda.
El impacto no se limita al personal directo: también afecta a contratistas, cooperativas, comercios y talleres de la región que dependen de la actividad siderúrgica. Desde Acindar advirtieron que, si el contexto industrial no mejora en los próximos meses, podrían aplicarse medidas similares en las otras cuatro plantas que el grupo tiene en el país.





