En una sesión cargada de tensión política y seguida de cerca por la Casa Rosada, la Cámara de Diputados otorgó media sanción al proyecto que busca reforzar el financiamiento de las universidades nacionales. La oposición reunió 158 votos a favor, contra 75 rechazos y 5 abstenciones. A pesar de no alcanzar los dos tercios por apenas un voto, la iniciativa logró un respaldo amplio y dejó a Javier Milei ante un nuevo desafío legislativo.
El proyecto fue impulsado por el bloque radical disidente “Democracia para Siempre” y contó con el respaldo de Unión por la Patria, la Coalición Cívica, la UCR, el Frente de Izquierda y Encuentro Federal. La propuesta establece la actualización automática por inflación de los gastos de funcionamiento de las universidades, hospitales universitarios y fondos para investigación. Además, ordena la convocatoria a paritarias en un plazo de 90 días para recomponer los salarios docentes y no docentes, y contempla un aumento de becas para estudiantes.
Desde el oficialismo rechazaron el texto con dureza. Los diputados libertarios argumentaron que la iniciativa no aclara de dónde saldrán los fondos necesarios y que, en caso de aplicarse, pondría en riesgo el superávit fiscal, uno de los pilares del plan económico del Gobierno. Javier Milei ya vetó una ley similar el año pasado, lo que anticipa una posible repetición si el Senado confirma la sanción.
La sesión incluyó además otros temas sensibles, como la declaración de emergencia en pediatría —por la crisis en el Hospital Garrahan— y los proyectos impulsados por los gobernadores para coparticipar el impuesto a los combustibles y repartir automáticamente los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Aunque el proyecto no alcanzó los dos tercios necesarios para blindarlo frente a un veto presidencial, la oposición quedó bien posicionada. La contundencia del resultado podría generar nuevas presiones sobre el Gobierno, que enfrenta un frente universitario movilizado desde hace meses.





