La causa que investiga las casi 100 muertes por fentanilo contaminado en hospitales y sanatorios del país —más de 60 en la provincia de Santa Fe y 26 en Rosario— sumó en las últimas horas un nuevo capítulo. Desde Rosario, familiares de víctimas fatales defendieron la tarea del juez federal Ernesto Kreplak, a cargo del expediente, tras las críticas del presidente Javier Milei, quien habló de un supuesto “encubrimiento” hacia el empresario Ariel García Furfaro, dueño del laboratorio HLB Pharma.
Al respecto, Carla, hija de uno de los pacientes fallecidos en Rosario, fue una de las primeras en advertir las irregularidades. Su padre murió tras permanecer 18 días en terapia intensiva luego de una cirugía. “Hasta ese momento no se hablaba de fentanilo, pero las familias nos alarmábamos porque todos los días fallecía gente con cuadros similares”, relató en EME.
La mujer contó que actualmente son 16 familias organizadas en Rosario que impulsan la investigación y que esta semana se reunieron con el intendente Pablo Javkin. “No tengo dudas de que el fentanilo fue para mi papá su pena de muerte. Todas las víctimas tienen en común la evolución y el desenlace”, señaló.
Carla recomendó a quienes tengan dudas sobre el fallecimiento de un familiar que lo primero es solicitar la historia clínica en el hospital o sanatorio donde estuvo internado. “Es un derecho, no se necesita abogado, solo acreditar vínculo. Están tardando un poco más de 48 horas”, explicó.
Los familiares remarcan la importancia de revisar las fechas de internación —ya que los casos se registraron entre febrero y mayo de este año— y observar en los informes si aparece la palabra “fentanilo” o si los cultivos detectaron bacterias como Ralstonia pickettii o Klebsiella pneumoniae. Además, sugieren pedir información sobre los lotes de fentanilo utilizados, dado que los contaminados tendrían una fabricación estimada a partir del 18 de diciembre de 2024, según datos de Anmat.
Mientras tanto, la investigación judicial avanza con testimonios y documentación clínica, aunque las familias admiten que será difícil profundizar las pruebas ya que el 90% de las víctimas fueron cremadas.





