Este sábado, familiares, compañeros, docentes y representantes del gremio SADOP se movilizaron en la Plaza 25 de Mayo de la ciudad de Santa Fe para pedir la absolución de Juan Trigatti, el profesor de Educación Física del Jardín Ceferino Namuncurá de barrio Yapeyú, acusado de cinco abusos sexuales.
La convocatoria se realizó frente a los Tribunales provinciales y se enmarca en la espera de la revisión de la sentencia por parte de los jueces designados el próximo lunes, antes de que el expediente pueda llegar a la Corte Suprema de Justicia de la provincia. Trigatti había sido inicialmente absuelto, pero la Cámara revocó la primera sentencia y lo condenó a 12 años de prisión.
Al respecto, Fernanda Deluca, esposa de Trigatti, expresó su indignación y señaló ante el móvil de EME que “la esperanza es lo que nos sostiene en esta pesadilla que enfrentamos desde hace 4 años. No se puede comprender con la razón lo que nos está sucediendo. Es una lucha que nos excede, que no solo se trata de la inocencia o culpabilidad, sino que sostiene irregularidades que no se asumen a la hora de condenar a un inocente”. Además, destacó el apoyo recibido: “Si no fuera por el apoyo de sus compañeros y el gremio, sería muy difícil continuar en estas instancias”.
Deluca criticó el manejo de la investigación: “Lo más difícil que nos tocó atravesar es la obstinación de la investigación por culpar y desestimar todas las pruebas. Por ejemplo, las cámaras de vigilancia que podrían haber evitado tanto dolor. Es inexplicable que la prueba fundamental se haya perdido, que se hayan desestimado los reportes médicos y que no se reconozca que una de las niñas no tuvo clases con el profesor cuando había pruebas que lo demostraban”.
Por su parte, Pedro Bayúgar, secretario general de SADOP Santa Fe, afirmó: “Esperamos justicia. Si efectivamente hay una prueba, tienen que investigar quiénes la abusaron. El 90% de los abusos sexuales se dan en el ámbito familiar, no en lo escolar”. Y agregó que “las primeras médicas que observaron a la primera niña desestimaron el abuso, sin embargo, su madre siguió insistiendo. Después la apuraron a la niña para que diga algo que no pasó”.
La marcha fue una muestra de apoyo a Trigatti mientras la defensa aguarda que la apelación horizontal sea revisada por los jueces designados, un paso previo a la intervención de la Corte Suprema de Justicia de la provincia.









