El informe “Hábitos de consumo en jóvenes santafesinos”, presentado por DEMOS, Centro Cultural y de Estudios, reveló que el 80% de los jóvenes y adultos de Santa Fe ha consumido alguna sustancia psicoactiva. La investigación se dio a conocer en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora cada 10 de octubre.
Al respecto, la psicóloga Soledad Rodríguez, desde el móvil de EME, explicó que el alcohol es la droga más consumida desde edades tempranas, principalmente entre los 13 y 15 años, y que el consumo evoluciona con la edad: “En la adolescencia es más experimental y de policonsumo; en la juventud se consolida el consumo de marihuana y alcohol; y en la adultez se estabiliza con un aumento en el uso de psicofármacos”.
La muestra del estudio incluyó 352 personas de entre 15 y 45 años, todas residentes de la ciudad de Santa Fe. Rodríguez detalló que el objetivo fue comprender qué consumen, con quién y en qué contextos, además de analizar la percepción de riesgo y las estrategias de cuidado de los jóvenes frente al consumo.
Respecto a los motivos del consumo, la especialista indicó que es multicausal: “En la adolescencia, influye mucho el grupo de pares y la curiosidad; más adelante pueden surgir problemáticas familiares o sociales. A menor edad hay mayor policonsumo y menos estrategias de cuidado; a mayor edad, el consumo es más estable y seguro”.
El informe también indagó sobre los espacios seguros para hablar de consumo: el 95% de los encuestados consideró a la escuela como el lugar más adecuado, mientras que solo un 40% mencionó a la familia. Entre los jóvenes de 15 a 22 años, el 85% destacó la escuela como el espacio más confiable para dialogar sobre el tema.
Sobre el consumo problemático, Rodríguez aclaró que no todo consumo es problemático y que su reconocimiento depende de factores específicos. Del 40% que identificó algún problema, la ayuda más frecuente provino primero de amigos y familiares, luego de profesionales y, finalmente, de clubes o espacios comunitarios.
El informe será debatido en una mesa de intercambio con especialistas y funcionarios, con el objetivo de validar los datos y generar estrategias basadas en evidencia para abordar el consumo de sustancias.







