La Justicia provincial ordenó este miércoles la prisión preventiva de un segundo implicado en la causa por extorsión a un médico y empresario santafesino, ocurrida a comienzos de octubre. Se trata de un hombre de 50 años, cuyas iniciales son R.E.L., imputado como coautor del delito de extorsión.
La medida fue dispuesta por el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Pablo Spekuljak, tras una audiencia celebrada en los tribunales de Santa Fe. La fiscal María Laura Urquiza solicitó la prisión preventiva al considerar que existían riesgos procesales que no podían resolverse con medidas alternativas, argumento que fue aceptado por el magistrado.
“Las medidas alternativas planteadas por la Defensa fueron consideradas insuficientes”, explicó la fiscal Urquiza, quien además recordó que otro de los acusados, G.S.P., también fue detenido e imputado el martes.
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Según detalló la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA), la investigación permitió identificar a otras dos personas involucradas: uno de ellos se encuentra prófugo, mientras que el otro reside en un país limítrofe, y ya se iniciaron las gestiones para avanzar con su imputación.
Un plan organizado
De acuerdo con la hipótesis fiscal, los hechos se desarrollaron entre el 1 y el 10 de octubre. En ese lapso, R.E.L. y otros tres hombres habrían intimidado al médico y a su familia mediante amenazas por WhatsApp, en las que afirmaban conocer sus movimientos y los de sus seres queridos, exigiendo 100.000 dólares a cambio de no hacerles daño.
“Los cuatro actuaron de manera coordinada y con una distribución de roles definida —explicó Urquiza—. Mientras dos aportaban información sensible sobre la víctima y su entorno, los otros dos ejecutaban las amenazas directamente”.
Incluso, uno de los episodios incluyó la presencia de los acusados en un local comercial de la esposa del médico, donde intentaron presionarla para obtener un beneficio económico.
El imputado G.S.P., detenido el martes, también enfrenta cargos por amenazas y tenencia indebida de arma de fuego de uso civil.
La investigación continúa con el objetivo de localizar a los dos sospechosos restantes y profundizar sobre la posible existencia de una red delictiva organizada detrás del hecho.





