El padre Tadeo Giza, representante de la Congregación del Verbo Divino en la ciudad de Esperanza, ofreció su habitual mensaje dominical a través de EME, invitando a la comunidad a reflexionar en el marco del Día de los Fieles Difuntos, que se celebra cada 2 de noviembre.
El sacerdote, nacido en Polonia y radicado desde hace años en el departamento Las Colonias, centró su mensaje en las palabras de Jesús según el Evangelio de San Juan (11:25-26): “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá jamás.”
A partir de este pasaje, el padre Tadeo invitó a preguntarse por el verdadero sentido de la existencia: “La liturgia de la palabra de Dios nos hace preguntar: ¿qué es la vida? ¿Qué es la muerte? Muchos se preguntan si existe la vida eterna. La sociedad actual no se preocupa por responder a estas preguntas existenciales. Se vive de espaldas a la muerte, como si esta vida terrestre fuera la única realidad. Pero Jesús afirma que la vida futura existe.”
En su reflexión, el sacerdote recordó que el Día de los Fieles Difuntos es una oportunidad para orar por las almas de quienes han partido, especialmente las que aún se purifican en el purgatorio, y renovar la esperanza en la promesa de la resurrección.
Los Misioneros del Verbo Divino: una obra de evangelización mundial
La Congregación de los Misioneros del Verbo Divino —conocidos como verbitas— fue fundada por Arnoldo Janssen el 8 de septiembre de 1875 en Steyl, Holanda, con el propósito de formar y enviar misioneros “Ad Gentes”, en cumplimiento del mandato evangélico: “Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos” (Mt 28,16).
Actualmente, más de 6.000 misioneros verbitas desarrollan su labor en 80 países y cinco continentes. En Argentina, la congregación está presente desde 1889, con comunidades activas en las regiones Este (Misiones y Chaco), Sur (Buenos Aires, Mendoza, Neuquén, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba) y Norte (Jujuy).
Su misión continúa siendo la misma: anunciar el Evangelio con esperanza, compromiso y servicio, acompañando a las comunidades en su fe y en su vida cotidiana.





