Chile vive hoy una jornada electoral decisiva. Un total de 15.770.000 ciudadanos están habilitados para votar y elegir entre ocho candidatos a presidente, en un clima marcado por la polarización y la fuerte preocupación social por la seguridad, el crimen organizado y el avance del narcotráfico.
Las proyecciones previas muestran un escenario sin mayorías claras. La candidata oficialista, Jeanette Jara, aparece encabezando las encuestas con alrededor del 30% de intención de voto, un número que la ubica como firme aspirante a disputar el balotaje, ya que en Chile se requiere al menos el 50% para imponerse en primera vuelta.
En segundo lugar se posiciona el referente de ultraderecha José Antonio Kast, quien vuelve a competir con la premisa de que “la tercera es la vencida” y también sería uno de los nombres encaminados hacia la segunda vuelta.
Otros postulantes podrían sumar caudal electoral dentro del espacio de la derecha, como Evelyn Mathei o Johannes Kaiser, este último un candidato libertario que rompió políticamente con Kast y que llamó la atención con sus polémicas propuestas sobre seguridad y migración. Entre ellas, planteó la creación de “campos de reconducción” cerca de la frontera con Bolivia y hasta manifestó su intención de dialogar con el presidente salvadoreño Nayib Bukele para evaluar el envío de presos chilenos a la megacárcel del país centroamericano.
En el plano económico y social, Jara centró su mensaje en la necesidad de “más seguridad en los barrios” y en combatir la ruta del dinero ilícito. Además, aseguró que buscará garantizar que “cada familia chilena llegue tranquila a fin de mes”.
El panorama electoral se completa con otras figuras de peso:
- Franco Parisi, del Partido de la Gente, que representa una alternativa antisistema con fuerte presencia digital.
- Marco Enríquez-Ominami (ME-O), quien compite como independiente en su quinto intento por llegar a La Moneda.
- Harold Mayne-Nicholls, exdirigente deportivo con un discurso moderado.
- Eduardo Artés, representante de la izquierda más radical, con experiencia en anteriores contiendas electorales.
Con un abanico tan diverso y un electorado movilizado por la demanda de orden y seguridad, Chile se prepara para una elección que promete ser histórica y cuyo desenlace, según anticipan todas las encuestas, se definirá en segunda vuelta.





