El 2025 se despide con un fuerte movimiento en los mercados de metales preciosos: oro, plata, platino y paladio experimentaron tomas de ganancias tras alcanzar máximos históricos, aunque continúan con ganancias semanales destacadas. El platino, en particular, registró la mayor subida semanal de su historia.
El oro acumula un alza del 65% en el año, impulsado por el aflojamiento de la política monetaria estadounidense, la debilidad del dólar, tensiones geopolíticas y compras masivas de bancos centrales. Este incremento lo posiciona en camino de su mayor subida anual desde 1979, con un máximo histórico reciente de 4.549,71 dólares la onza.
La plata trepó un 150% en 2025, impulsada por su escasez, demanda industrial y fuerte interés de los inversores. El platino llegó a 2.454,12 dólares la onza, y el paladio superó los 1.910 dólares, aunque ambos recortaron ganancias luego de los picos históricos por la toma de beneficios.
El platino y el paladio, metales clave para catalizadores de automóviles que reducen emisiones, se valorizaron un 160% y más de un 100%, respectivamente, debido a la limitada oferta en minas y la rotación de inversión hacia el oro. Desde el sector de joyería se destaca que ambos son hipoalergénicos, duraderos y de color blanco natural, ideales para anillos de compromiso y alianzas, aunque el paladio es más liviano y económico de fabricar que el platino.
Los analistas proyectan que el oro podría alcanzar los 4.600 dólares por onza y la plata los 75 dólares por onza a corto plazo, continuando la senda alcista iniciada durante el año.
A pesar de los retrocesos puntuales tras los máximos históricos, los metales preciosos cierran el año con ganancias espectaculares, reforzando su atractivo como refugio de valor frente a la volatilidad económica y la incertidumbre global.
