La ciudad de Río de Janeiro fue distinguida por el Guinness World Records como la sede del festejo de Año Nuevo más grande del planeta. El reconocimiento oficial se fundamentó en la magnitud de la infraestructura desplegada y en la multitudinaria concurrencia registrada en la emblemática playa de Copacabana durante la última celebración de Réveillon.
El certificado fue entregado al alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, luego de que se realizara la verificación técnica que confirmó la presencia de más de 2,5 millones de personas concentradas en la franja de arena que conformó el escenario principal del evento.
Desde la organización internacional destacaron que la escala de la celebración no tiene comparación con otros festejos similares alrededor del mundo, tanto por la cantidad de asistentes como por la complejidad logística que implica montar un espectáculo de semejantes dimensiones frente al océano Atlántico.
Al recibir el galardón, las autoridades cariocas subrayaron la capacidad y la experiencia de Río de Janeiro para organizar de manera sostenida eventos masivos en espacios públicos, un rasgo distintivo de la ciudad a nivel internacional.
La distinción llega en la antesala de una nueva celebración de fin de año, consolidando a Río de Janeiro como uno de los principales destinos turísticos del mundo para estas festividades y reafirmando el carácter histórico de su tradicional espectáculo de fuegos artificiales sobre Copacabana.





