El desafío técnico del TC: equiparar el rendimiento de las cuatro marcas

Un entrerriano fue el último piloto de Ford en marcar el mejor tiempo en una clasificación de Turismo Carretera . Uno de los tres circuitos de Entre Ríos que visitará la categoría en 2018, el escenario en donde empezarán a analizarse los retoques técnicos que se ejecutaron sobre el reglamento para los usuarios del Óvalo. Nicolás Bonelli, en el autódromo de Rafaela, fue quien dominó los relojes por última vez; desde entonces, pasaron seis competencias y la primera jornada clasificatoria en esta ciudad, que tuvo como dominador a Valentín Aguirre (Dodge). La variación climática, con la lluvia como protagonista, provocó que los pilotos que salieron a clasificar en el primer cuarto aventajaran al resto, ya que hasta el último minuto de los 8 que tienen para dejar la marca, encontraron la pista seca. Así, el arrecifeño, del JP Carrera, tiene intenciones de registrar su tercera pole en cuatro carreras.

Pero no fue el dominio que señala el piloto de 21 años al momento de establecer un giro rápido lo que marcó la jornada, si no el desafío técnico de equipar el rendimiento de las cuatro marcas. Y ahí asoman los pensamientos opuestos entre los pilotos. Los usuarios de Ford, en esta carrera son 13 los inscriptos, enseñaron la disconformidad por el escaso protagonismo desde el año pasado, cuando ninguno de los que accedieron a la Copa de Oro compitió con posibilidades de coronarse: Matías Rossi, en su primera experiencia después de dejar Chevrolet, ni el uruguayo Mauricio Lambiris demostraron tener la herramienta; Mariano Werner, un referente, penó con el castigo por la temeraria maniobra contra Rossi en el Gran Premio Coronación de 2016, en La Plata, lo que lo relegó de la batalla.

“No es tanto lo que se le dio a Ford. Lo más saliente es lo del alerón trasero. Si me fijo en la clasificación de San Luis [la carrera anterior, en el autódromo Rosendo Hernández], a la marca no le deberían haber dado nada, porque quedé a una décima. Pero en carrera perdía medio segundo, todos los Ford perdíamos competitividad”, analizó Rossi. Werner y Emanuel Moriatis, establecieron que las modificaciones aerodinámicas podrían ayudar, aunque la falencia está en la potencia de los impulsores: “Seguramente con más carga aerodinámica vamos a mejorar, pero me hubiera gustado que se tocara el motor: nos sigue faltando; hubiera modificado la compresión”, sentenció Werner, que hizo el 12mo mejor tiempo. El destacado de la marca fue Juan Bautista de Benedictis, que logró el tercer registro, a 1s013/1000 del poleman Aguirre (1m28s382/1000).

El Departamento Técnico de la ACTC, después de las pruebas realizadas por Julián Santero con el auto de Lambiris en el autódromo de La Plata, determinó que la medida del splitter sea de 80mm (antes era de 60), el spoliler pasó de 850mm a 900 y la altura (477-482mm, antes era 480-485mm); además, se bajó el peso en 10 kilos (1297 kilos). “No sé si le dieron mucho, pero no le tendrían que haber dado nada. Ojalá que sean los cucos, así dejan de quejarse y no hablan más de nosotros”, enfatizó Juan Martín Trucco (Dodge). “A Dodge le faltaba motor, no aerodinámica. Yo le hubiera dado solo motor a comienzo de año y a las demás marcas la dejaba igual que el año pasado. Ahora hay que esperar tres carreras para analizar cómo le cayeron los cambios a Ford, y a esa altura ya vamos a estar sobre el final de la etapa Regular del calendario”, comentó Facundo Ardusso (Torino). El campeón Agustín Canapino (Chevrolet) fue categórico: “No necesitaban nada, con esto veremos a varios Ford candidatos en cada carrera. Hasta ahora estábamos competitivos, podíamos pelear carreras y el campeonato.”. La respuesta de Alejandro Iuliano, responsable del Departamento Técnico de la ACTC, ante las controversias, fue lacónica: “Me voy a llamar a silencio por cuatro o cinco carreras”. La saga, seguramente continuará.

Fuente: La Nación