El 57% de los voluntarios superan el test de alcoholemia después del boliche

La zona de los boliches bailables, a la vera de la ruta 168, en el último tiempo tuvo una importante intervención por parte del municipio, para ordenar y hacer más seguro el ingreso y egreso de los vehículos, que colman las playas de estacionamiento cada fin de semana.

Además de la incorporación del Sistema de Estacionamiento Medido (Seom), comenzó a funcionar una estrategia para incentivar a los asistentes a que no beban alcohol si tienen que manejar, y así motivar a que haya más “conductores amigos”.

Por ello, quien decide de forma voluntaria realizarse el test de alcoholemia, antes de retirarse del predio puede acercarse al gacebo perteneciente a la Subsecretaría de Salud del municipio, y si el resultado da por debajo de los 0.50 gramos por litro de alcohol en sangre permitidos por ley, se le otorga una pulsera al conductor y se registran los datos del auto para acreditar al día hábil siguiente el monto que destinó para pagar el estacionamiento medido del boliche.

“La garantía del control es comprobar que salió una persona sin alcohol en sangre del boliche. Además, es importante porque hay padres que le prestan el auto a sus hijos y al ver que vuelven con la cinta puesta dan a entender que no tomaron”, sostuvo Ramiro Dall’Aglio, secretario de Control del municipio, en una entrevista con El Litoral.

También diferenció esta propuesta de la que impulsan otros organismos gubernamentales, y entiende que, “en otras campañas antes de ingresar te dan la cinta para que te den gaseosas gratis, pero no sabés lo que hace la persona adentro y si después va a conducir con alcohol en sangre”, criticó.

Cifras

Los registros realizados por la Subsecretaría de Salud indican que desde la primera experiencia del 25 de marzo hasta el primer fin de semana de abril —10 noches en total fueron relevadas—; 195 voluntarios se realizaron el control, de los cuales 112 no superaron el límite y obtuvieron su premio, es decir el 57,43% del total pasó la prueba. En cuanto al género de los conductores, 38 mujeres y 157 hombres se hicieron el chequeo.

“Es importante que ese porcentaje se haya hecho el control voluntario, porque además hay mucha gente a la que le dio mal y pudo tomar conciencia de que no estaba en condiciones de manejar y esperó para hacerlo”, indicó.

Aunque no siempre está colmada, la capacidad de la playa de estacionamiento, es de 800 vehículos, por lo que el número de voluntarios resulta poco. Al respecto, Dall’Aglio comentó: “Cada fin de semana va creciendo la cantidad de controles voluntarios, y en un par de meses estoy seguro de que se va a incrementar aún más”.

Procedimiento

La iniciativa para aumentar la cantidad de “conductores amigos”, como también el estacionamiento medido, surgió de reuniones entre representantes del gobierno local y grupos de jóvenes. “Muchas veces, y sobre todo en verano, el estacionamiento colapsaba y estas ideas surgieron para regular la cantidad de autos, y a los chicos les pareció interesante, porque también queda el mensaje de que si no tomás el estacionamiento te sale gratis”, comentó el funcionario.

Una de las inquietudes que genera estos controles voluntarios, es qué pasa con aquellos que superan el límite reglamentario, Dall’Aglio aclaró: “En los casos que el test da positivo, se le da para tomar una bebida sin alcohol o un café en los foodtracks, y cuando le baja el alcohol puede repetir la prueba y también se va con la cinta”. Al mismo tiempo resaltó que siempre actúan mediante el diálogo, “no hay nada coercitivo porque no están en situación de tránsito”, explicó.

En relación a los controles de alcoholemia que tradicionalmente se realizan en los distintos puntos de la ciudad, señaló que continúan normalmente. “Tratamos de que se aumenten los test por mes, y notamos que hubo una reducción de controles positivos. Intentamos generar la cultura de que si el que toma maneja, tiene una altísima posibilidad de que lo pare un control de alcoholemia”, aseguró.

El transporte público, otra alternativa

Ir en auto particular, taxis o remises, no es la única opción para llegar hasta “Salida 168” —área de los boliches—, ya que para fomentar el uso del transporte público y restringir el alcohol al volante, hay servicios disponibles que funcionan los viernes y sábados de 22 a 2, y se retoma entre las 5 y 7 horas en el horario de regreso. También se presta el servicio los días víspera de feriados o fiestas especiales, como por ejemplo el Día de la Primavera.

El recorrido es desde Bulevar Pellegrini y 9 Julio hasta la zona de boliches, ida y vuelta, con paradas cada dos cuadras. Esta línea se puede combinar con cualquier colectivo de la ciudad, sin pagar costo adicional por la combinación.