Encerraban a sus hijos y convertían la casa en un prostíbulo

El matrimonio fue denominado por la policía bonaerense como “el clan Caramez”. La pareja, después de encerrar a cinco de sus hijos en una habitación, convertían la casa de Ezpeleta, en Quilmes, donde vivían, en un prostíbulo.

Así lo informaron fuentes policiales. Además, según los voceros consultados, el matrimonio detenido obligaba a una de sus hijas a hacer las veces de “mesera sexy”.

“El matrimonio encerraba a cinco de sus hijos en una habitación para que “no molestaran”, excepto a la mayor de 13 años que era moza mientras sus padres cobraban los tragos que la chica repartía. La investigación y posterior allanamiento se pudo realizar gracias a las denuncias de los vecinos que observaban como llegaban chicas para prostituirse en remises. De acuerdo a la investigación, muchos de ellos cobraban un dinero extra para no hablar con las autoridades”, explicaron fuentes policiales.