Que el frío no afecte tu piel

Los cuidados que hay que tener cada vez que regresa el crudo invierno es un tema recurrente entre las mujeres.

Por Gabriel Alberto Arias
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Con la llegada del invierno, la estación más fría del año, obviamente el cuerpo sufre varias contrariedades de diversa índole, aunque una de ellas, tal vez la más estética, tiene que ver con nuestra piel que, por las bajas temperaturas reinantes, está muy expuesta a cambios que se hacen sentir, y que obviamente la afectan.

En esta nota, te brindaremos algunos cuidados y consejos, para proteger ese órgano tan preciado. Uno de los puntos a tener en cuenta es la hidratación, que si bien es importante en cualquier mes del año, en períodos invernales se debe llevar cabo antes de maquillarse y antes de ir a dormir para que esa piel se mantenga en buen estado.

Claro que esa ingesta de líquido tiene que estar complementada con una buena alimentación, es decir alimentos que brinden un equilibrio en la salud.

Otro de los temas a tratar es la limpieza del cutis, ya sea por la utilización de maquillaje o las mismas impurezas que se producen por diversos factores, como la contaminación, el propio sol o la mala alimentación.

Por tal motivo, la limpieza debe ser rutinaria y llevada a cabo de manera delicada para no maltratar el cutis y utilizando jabón líquido o alguna otra presentación, que en sus componentes no tenga mucho alcohol porque esto traería una resequedad a la piel.

Hay que destacar que cada tipo de piel también tiene sus respectivos productos, debido al avance de la ciencia estética.

Renovación permanente

A colación de la limpieza figura la expoliación, la cual cada semana se encargará de sacar las células muertas de la piel haciendo que esta respire mejor.

Una alternativa para esto es utilizar elementos naturales o productos fabricados para ese fin, colocándolos sobre el rostro o el resto del cuerpo y haciendo movimientos circulares sin ejercer mucha presión, porque de lo contrario la piel se podría irritar o maltratarse en la práctica.

Si bien en esta época son pocas las personas que buscan “tomar sol” o broncearse, hay quienes buscan mantener un colorcito en la piel y por eso es clave el uso de protección solar. Colocárselo antes de maquillarse es fundamental para prevenir el envejecimiento prematuro, porque no hay que menospreciar la fuerza e intensidad del sol aunque estemos en la estación del invierno.

Hay que utilizarlo no sólo sobre la cara sino que también hay que ponerlo en aquellas partes que puedan estar expuestas al sol. Volviendo a la hidratación, una de las recomendaciones médicas indica que para combatir la pérdida de agua hay que utilizar productos adecuados, para que ninguna zona del cuerpo se vea afectada por la presencia del sol.

Algo muy utilizado por las mujeres en la vida cotidiana son las mascarillas, ya que son complementos para diversas finalidades y tienen componentes y texturas diversas, que se pueden colocar sobre la piel por espacio de varios minutos y luego quitarlo con agua, buscando el objetivo de darle una apariencia más saludable a la piel.

Sin embargo, hay que estar atento al utilizar este tipo de productos, ya que tienen que cumplir con la normativa de salud del país y el respaldo de una marca reconocida que garantice buenos resultados para la salud de la piel, y evitar complicaciones en el organismo.

Este punto también hace pensar que una persona va de un lugar a otro en el paso del día y por ende, se producen cambios bruscos de temperatura que generan una serie de daños en la superficie cutánea.

Por ejemplo, al caminar por la calle, se sufre el frío directamente sobre la cara, y cuando se ingresa a cualquier establecimiento, la alta temperatura de la calefacción hace que la piel se reseque considerablemente, es por eso que en estos momentos es cuando entra en acción la crema hidratante.

Este cambio constante de temperatura provoca la ruptura de algunos capilares y, como consecuencia, la aparición de unas venillas de color rojo oscuro, fundamentalmente en la nariz y los pómulos, este es un problema que se conoce como cuperosis.

Además, hay que evitar que se descame o deshidrate porque puede acelerar el envejecimiento o acentuarse las líneas de expresión en la piel, con lo cual hay que prestarles atención a las señales que da el cuerpo como bañarse o lavarse la cara con agua caliente porque esto elimina el manto hidrolipídico de la piel cuyo objetivo es protegerla e hidratarla.

La llegada del invierno puede complicar nuestra piel, pero con los cuidados recomendables, la estación más fría puede ser sólo un mal recuerdo.

Consejos para mantenerla saludable

Tomar agua mineral es clave.

1- Preferiblemente comprá productos que contengas vitaminas como la C, E y ácido hialurónico.

2- La consistencia de las cremas no debe interferir en la respiración natural de los poros.

3- La aplicación de sueros en la noche que generalmente están libres de aceite serán la -solución para una reparación profunda.

4- Cuando desees bajar de peso es bueno que refuerces la alimentación con actividad física para que la piel no pierda firmeza. En la temporada de invierno puedes entrenar desde casa.

5- Es un buen momento para dejar hábitos como el cigarrillo y el alcohol, debido a que fomentan el envejecimiento gracias a los radicales libres que producen efectos oxidantes negativos como la disminución del grosor de la dermis y epidermis.

6- La piel que está alrededor de los ojos y los labios son áreas sensibles y delicadas.

7- Las manos, como sueles utilizarlas continuamente para los quehaceres del hogar, en tu trabajo u otras actividades por lo que debes hidratarlas constantemente.

8- Hay personas como los niños, las embarazadas y los ancianos en los que hay que reforzar los cuidados de la piel por su condición, y hay que ser más minuciosos y cuidadosos.

9- Mantenerse constantemente hidratado, ya que para mantener una buena piel es indispensable ingerir líquidos y comer de manera sana.

10- No arrancar las pieles muertas. Es cierto que las pieles muertas son antiestéticas y deshacerse de ellas arrancándolas es una gran tentación, pero hay que evitar este gesto. Lo mejor es aprovechar el momento de la ducha para eliminarlas con delicadeza: el agua las ablanda y en ese momento se pueden eliminar con una manopla, un exfoliante suave o un cepillo de dientes suave