La era de Angela Merkel llega a su fin en Europa

Tras perder en las elecciones regionales en Hesse, la mandataria decidió poner punto final a su carrera política.

La canciller alemana, Angela Merkel, precipitó ayer su retiro de la política al anunciar por sorpresa que renuncia a la reelección como presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y a su escaño en el Parlamento, aunque continuará como jefa de Gobierno en Berlín hasta que termine su mandato en 2021.

“No he nacido canciller, eso no lo he olvidado nunca. Hoy es el día en el que se abre un nuevo capítulo”, declaró la mandataria.

Su renuncia a presentarse a jefa de la CDU en el congreso federal que en diciembre tendrá lugar en Hamburgo supone no solo un cambio de 180 grados en su tradicional discurso, sino que este paso atrás también marca el inicio del fin de la “era Merkel”.

“En las elecciones generales de 2021 no me presentaré al cargo de canciller, ni al Parlamento, ni a ningún otro cargo político”, agregó con el ánimo de zanjar cualquier especulación sobre un posible futuro en organismos europeos en Bruselas.

Merkel, de 64 años, comunicó su decisión tan solo un día después de que su partido sufriese un duro castigo en las urnas en las elecciones regionales de Hesse, en el oeste del país. El del domingo fue el segundo revés que la formación conservadora sumó en tan solo 15 días, pues a mediados de octubre su partido hermano bávaro, la Unión Cristianosocial (CSU), perdió la mayoría absoluta del próspero en el sur de Alemania.

Decisión tomada

Las dos derrotas electorales animaron a la dirigente a comunicar una semana antes de lo previsto una decisión que, según afirmó, ya había tomado antes de las vacaciones del verano europeo. “Estos comicios hay que tomarlos como un punto de inflexión y este punto de inflexión puede traer también albergar oportunidades”, insistió.

Los malos resultados en los comicios regionales, en los que su socio menor en el Gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD), también se desplomó, se han interpretado como una expresión del descontento de la población con la política de Berlín.

La dirigente recordó que a pesar de que siempre había unido la presidencia del partido con el cargo al frente de la Cancillería, los malos resultados de las elecciones de Hesse y de Baviera, así como las crisis que arrastra en su Gobierno desde que inició en marzo su cuarta legislatura, la llevaron a cambiar de opinión y renunciar.