EE.UU. congelará cuentas y activos de la petrolera venezolana

Estados Unidos

Lo anunciaron el secretario del Tesoro y el asesor de Seguridad Nacional. La sanción equivaldría a US$11.000 millones. Se suma al rechazo de Londres a permitir que Caracas retire US$1.200 millones en oro depositados en el Banco de Inglaterra.

El gobierno de Donald Trump sancionó este lunes a la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA) y al Banco Central venezolano, una fuerte medida que agrega presión e intenta asfixiar al régimen de Nicolás Maduro.

En una orden ejecutiva, el presidente estadounidense anunció que congeló cuentas y activos en el extranjero del gobierno de Venezuela y de personas afiliadas con el “régimen ilegítimo de Maduro”. Y aclaró que el término “gobierno de Venezuela” significa cualquier agencia del estado venezolano, incluido el Banco Central de Venezuela y Petróleos de Venezuela (PDVSA), como también cualquier persona que sea dueña o controle directa o indirectamente esas agencias, en especial los miembros del régimen de Maduro.

Las sanciones se suman a la reciente decisión de Londres de negar al mandatario venezolano el retiro de US$1.200 millones en oro depositados en el Banco de Inglaterra y buscan asfixiar aún más los ingresos de la élite política y militar venezolana que maneja la petrolera estatal y que Estados Unidos denuncia como un foco de corrupción y lavado de dinero. Si bien no es un embargo petrolero, se estima en Washington que el hecho de que se congelen los fondos hará que el régimen de Maduro no envíe más petróleo a este país.

El comunicado de la Casa Blanca no menciona que los fondos paralizados serán transferidos al gobierno interino del titular de la Asamblea Nacional Juan Guaidó, como había dejado trascender previamente el diario The Wall Street Journal y el senador republicano Marco Rubio. Pero no se descarta que en un futuro puedan llegar a sus manos, ya que permanecerán bloqueados en las cuentas. El gobierno de Trump fue el primero en reconocer a Guaidó como el presidente interino de Venezuela.

PDVSA provee más del 90% de los ingresos fiscales de Venezuela y cuenta con la filial estadounidense Citgo Petroleum, el activo estatal más importante fuera del país. Hasta ahora Washington había dejado a un lado el sector petrolero venezolano en lo que a sanciones se refiere, principalmente debido a los efectos potencialmente catastróficos para los venezolanos y los perjuicios para empresas y consumidores estadounidenses.

El petróleo desde Venezuela representa un 7% del total que importa EE.UU. En 2018, Caracas exportó unos 17 millones de barriles mensuales y los envíos han caído en la última década, a medida que la producción del país se desplomaba en medio de su larga crisis económica y política. El asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, habló con la prensa junto al secretario del Tesoro Steven Mnuchin y dijo que prevé que las medidas contra PDVSA resultarán en la pérdida de más de 11.000 millones de dólares en exportaciones el año próximo.

El petróleo que llega desde Venezuela no es de alta calidad y debe ser refinado en varias empresas del sur estadounidense, sobre todo en Texas. Siempre hubo preocupación porque una eventual paralización de la llegada del crudo venezolano pudiese afectar la industria local. Por eso Mnuchin se preocupó por aclarar que “en el corto plazo” esperaba solo “un modesto impacto” en las refinerías de Estados Unidos.

Mnuchin dijo que Estados Unidos está preocupado por el “declive trágico de Venezuela” y agregó que Citgo Petroleum, basada en Houston, seguirá operando pero no podrá remitir el dinero al régimen de Maduro. Sus ganancias deberán quedar en cuentas que han sido bloqueadas por Estados Unidos. “Seguiremos utilizando todas las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para apoyar a Juan Guaidó”, agregó Mnuchin.

Este lunes, Guaidó había anunciado haber ordenado el “traspaso” de las cuentas del país en el exterior para evitar el “saqueo”, mientras que señaló que había iniciado un proceso para designar a nuevos directores de Citgo y PDVSA que ya no respondieran a Maduro sino al gobierno interino.

La presión estadounidense continúa, más allá del petróleo. Bolton emplazó al Ejército venezolano a “aceptar una transferencia pacífica del poder” a Guaidó. “Hemos expuesto la corrupción de Maduro y sus compinches y la acción de hoy garantiza que no puedan seguir saqueando los bienes del pueblo venezolano”, afirmó Bolton.

Consultada por Clarín, Paula García Tufro, vicedirectora del Centro Adrienne Arsht de América Latina del Atlantic Council, dijo que las sanciones de este lunes no causaron sorpresa: “Se vienen esperando hace tiempo. EE.UU ya había dado indicaciones de que lo haría, sobre todo en noviembre, cuando sancionaron al sector del oro y dejaron abierta la puerta para otro tipo de medidas”.

La experta señaló que han sancionado a Maduro, pero que “no dieron el próximo paso, es decir que no están reorientando los fondos hacia Guaidó. Es un paso intermedio, se cuidaron de no ir más allá. Es consistente con lo que viene diciendo Guaidó, que ha llamado a un proceso gradual y ordenado en términos de manejo del control de los activos que le pertenecen al pueblo de venezolano. De ambos lados lo están tratando con bastante cautela”.

García Tufro destaca que “claramente va a haber un impacto, aunque contenido, en las refinerías de Estados Unidos que trabajan con el petróleo venezolano”. Igualmente, a esas empresas la decisión “no les cayó por sorpresa. Cuando hay una industria doméstica que va a ser afectada, el gobierno de EE.UU. lo discute con esas industrias. Y seguramente tratarán de contener el impacto. Pero cuanto más tarde el paso del control del gobierno venezolano a manos de Gaudió, mayor va a ser el impacto. Lo mismo que en el precio interno del combustible.”