8 errores comunes que cometes al cocinar verduras

8 fallos habituales al preparar verduras

Cocinar los vegetales a demasiada temperatura (o durante demasiado tiempo): Uno de los errores culinarios más comunes es exponer los vegetales al calor durante demasiado tiempo, destruyendo gran parte de sus nutrientes. Esto no solo acontece al freírlos, sino también al hervirlos, ya que los micronutrientes solubles en agua, como la riboflavina, el folato y las vitaminas B y C, se filtran en el agua y se van por el desagüe. Puedes cocinarlas al vapor durante unos minutos o hacerlas a la plancha a fuego medio.
Chamuscar tus verduras: Aunque es posible que te guste el sabor ligeramente quemado que la parrilla le proporciona a las brochetas vegetarianas, el ambiente caliente y seco puede suponer un mazazo para los nutrientes de tus productos. Si las verduras acaban chamuscadas o ennegrecidas podrían haber estado expuestas al benzopireno, un químico cancerígeno.
Tiras las partes buenas: ¿Cuántas veces has cortado el tallo y deja el brócoli y lo tiras a la basura? ¿O pelas el pepino y la patata? Debes saber que las pieles, las hojas y los tallos tienen nutrientes únicos que no se encuentran en otras partes de los vegetales. También tienen concentraciones más altas de vitaminas que las partes que se consumen más comúnmente. Añade estas partes a tallos, sopas y ensaladas, troceándolas o picándolas si así lo prefieres.
Nunca los combinas con grasa: Según una investigación de la Universidades Estatales de Iowa y Ohio, combinar un poco de grasa con vegetales de color rojo, amarillo, naranja y verde oscuro ayuda al cuerpo a absorber los nutrientes que combaten el cáncer y ayudan a un corazón saludable como el licopeno y el betacaroteno. Los hallazgos del estudio muestran que necesitará consumir seis gramos de grasa agregada a los vegetales para obtener los máximos beneficios nutricionales. Encontrarás grasas saludables en aguacates, aceite de oliva, frutos secos o pescados azules como el salmón.
Solamente comes los vegetales crudos: Según un informe de International Food Research Journal, hervir la verdura de color naranja conserva mejor sus nutrientes. Otro estudio de la Universidad de Cornell descubrió que cocinarl los tomates aumenta la cantidad de licopeno, un antioxidante que combate las enfermedades. Esto se debe a que el calor suaviza las paredes celulares de la planta, permitiendo que nuestros cuerpos liberen y luego absorban más nutrientes.
Estás eliminando su fibra: Si apuestas solamente por los batidos, las pieles ricas en fibra y pulpa que ayudan a aumentar la sensación de saciedad son eliminadas, aunque sí que se conservan las vitaminas, los fitonutrientes y los minerales. Aunque consumas smoothies, recuerda que también es positivo digerir las piezas enteras.
Caes en la trampa: Las salsas cargadas de calorías y grasas saturadas o los productos ultraprocesados y procesados que incluyen hortalizas entre sus ingredientes o que añades a tus platos con hortalizas no sirven como snacks saludables. Si quieres apostar por un aperitivo sano dipea zanahoria o pepino crudo con hummus.
Pasas de lavarla: Las hortalizas de cultivo convencional están cargadas de pesticidas, por lo que deberías enjuagarlas si no quieres que los residuos químicos acaben en tu estómago. Puedes sumergirlos en una olla con agua durante 10 a 15 minutos antes de comerlos y darles otro enjuague rápido con agua corriente para asegurarte de que estén limpios.