El radicalismo “K” ganó la gobernación en Tierra del Fuego

Plagada de irregularidades, acusaciones cruzadas y complicaciones en la carga de datos oficiales del escrutinio, la elección de Tierra del Fuego presentaba en la madrugada de este lunes una tendencia que se iba consolidando: el radical K Gustavo Melella ampliaba su ventaja sobre la gobernadora peronista Rosana Bertone, ​quien ya salió a reconocer su derrota. “Estoy a disposición para iniciar la transición”, tuiteó.

Con 425 de las 460 mesas escrutadas (92,4%) el intendente de Río Grande se imponía con el 51,1% frente a la mandataria provincial, que conseguía el 37,7%. Es la segunda derrota de un oficialismo provincial, luego de la del socialismo en Santa Fe.

​​​​Melella fue el primero en expresarse públicamente, al atribuirse el triunfo en primera vuelta.

“Nosotros hemos superado el 51% de votos según nuestra propia información. Nos sabemos ganadores y esperaremos a que haya información más transparente por parte de la Justicia Electoral”, afirmó el radical K.

Más tarde, Bertone admitió la derrota. “Hoy el pueblo de Tierra del Fuego se expresó y reconozco la voluntad de los fueguinos. Estoy a disposición de Gustavo Melella para iniciar la transición”, escribió la mandataria, quien un rato antes había presentado una denuncia ante la justicia electoral por “falta de transparencia” ante la lentitud de la carga de los resultados.

Ya victorioso, Melella encabezó los festejos de Concertación Forja. “Algunos buscaban el apoyo de Buenos Aires”, dijo sobre el acercamiento de Alberto Fernández a Bertone, “pero nosotros buscamos el apoyo de nuestra gente”.

Antes de conocerse los resultados, el entorno del intendente de Ushuaia había apuntado contra Bertone por los problemas en el escrutinio: “No cargan los datos porque la gobernadora está perdiendo”.

En tercer lugar, lejos, con el 3,8% quedaba Juan “Pipo” Rodríguez, el candidato a gobernador de Cambiemos, espacio que por la poca intención de votos que tiene en la provincia incluso había barajado no presentar candidato. Los votos en blanco, un 7,4% del total, superan su porcentaje, como se especulaba antes de la elección.