Muere una referente del feminismo rosarino

Psicóloga y pionera en la formación de padres y docentes en educación sexual, trabajó sobre el abuso infantil y formó la Casa de la Mujer en 1986.

“Liliana hoy se convirtió en bandera”. Así, las docentes e investigadoras que trabajan en defensa de la Educación Sexual Integral (ESI) e integran Las Pauluzzi, despidieron ayer a su “maestra”, la psicóloga y militante feminista Liliana Pauluzzi, quien llevaba tiempo alejada de las actividades públicas por una larga enfermedad y falleció a los 66 años durante la noche del lunes. Pionera desde los 80 en la difusión y formación para la educación sexual de niños, niñas y adolescentes, y en el abordaje y prevención del abuso sexual infantil, así como defensora de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, fue recordada en las últimas horas por el movimiento feminista. Sus compañeras también plantearon “la enorme responsabilidad de seguir la pelea” (ver aparte).

Pauluzzi fue precursora del movimiento feminista y se ubicó entre las primeras en dar la batalla para garantizar la ESI en las escuelas, una tarea a la que sumó la incansable lucha por prevenir y abordar el abuso sexual infantil. También impulsó en la agenda pública el 19 de noviembre, Día Mundial de la Prevención del Abuso contra Niños, Niñas y Adolescentes.

“Comenzó haciendo un video para la escuela con sus propios hijos sobre educación sexual, donde los chicos hacían las preguntas; fue polémico, pero a partir de ese momento empezó a trabajar en las instituciones que se lo pedían. Lo que hacía era escuchar a los chicos, clasificaba las preguntas y así empezó a organizar lo que fueron los seminarios de formación para padres y madres, y después para docentes que dieron lugar a su libro «¿Qué preguntan los chicos sobre sexo?»”, recordó sobre los inicios Claudia Mauri, integrante de Las Pauluzzi.

Maestra

La Casa de la Mujer, en 1986, fue un punto de inflexión; comenzó en el centro y continuó sus tareas de asesoramiento y asistencia en el dispensario de Donado y Mendoza, donde la propia Liliana vivía y donde muchas la conocieron.

Fue allí que trabajó en estas temáticas con adolescentes en lo que fue el grupo “Mujercitas”, y seguía alzando la voz para hablar del abuso sexual infantil, atendía a las mujeres víctimas de violencia y brindaba asesoramiento. Mientras tanto, continuó escribiendo y publicando artículos y libros sobre ESI.

“Fue maestra para todas nosotras. Nadie que pasara por sus seminarios salía de la misma manera”, recordó Mauri.

ESI y anticoncepción

Además de la Casa de la Mujer, que funcionó hasta 2006, la concreción de la ley de educación sexual integral de la provincia fue una de sus grandes peleas, incluso integró la coordinación para la implementación de la normativa, un proceso que incluía la formación de los docentes.

También la salud sexual y reproductiva de las mujeres la encontró impulsado las primeras normas para garantizar el acceso a la información y la anticoncepción gratuita. Coordinó el Consorcio Argentino de Anticoncepción de Emergencia y fue miembro del Comité Asesor del Consorcio Latinoamericano de Anticoncepción de Emergencia.

“Que el Estado garantizara la anticoncepción fue otra de sus batallas, así como impulsó la legalización del aborto y habló del aborto en los años en que no sonaba como hoy”, sumó su compañera.

A los 57 años, una enfermedad la alejó de sus actividades, aunque sostuvo su militancia todo lo que pudo, y murió la noche del lunes a los 66 años.

“Tomamos su nombre, con permiso de sus hijos, porque estamos convencidas de que los homenajes se hacen en vida”, recalcaron las integrantes de Las Pauluzzi.