Farmacéuticos piden que se declare la Emergencia del sector: “La gente se está muriendo”

Tras la sanción de la Ley de Emergencia Alimentaria, el sector farmacológico del país solicita que se sancione una ley similar para congelar precios de remedios. El proyecto ya cuenta con estado parlamentario.

Marcelo Peretta, titular del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos de la República Argentina, dio a conocer detalles del proyecto que ingresó al Congreso de la Nación para que se declare la Emergencia Farmacéutica en todo el país. “El gobierno se desentendió de un servicio esencial para la salud de la gente dejando librado el precio de prestaciones médicas y medicamentos que aumentaron por encima de la inflación frente a salarios y jubilaciones que no superaron la inflación”, argumenta.

Por la crisis económica que agobia a los argentinos, Peretta sostiene que “la gente deja de pagar su cobertura médica, deja tratamientos y se enferma o se muere. Esto es la consecuencia de dejar librado al mercado la salud, en estos últimos tres años aumentaron las tasas de morbimortaldiad” que se traduce en el agravamiento de cuadros de salud.

Destacando que el sector farmacéutico no debería ser regulado como una concesionaria u otro sector comercial, desde el sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos alegan que “el mercado puede funcionar para otros sectores pero no para la salud, la gente la está pasando mal y por eso pedimos la Emergencia Farmacológica para congelar el precio de los medicamentos“.

Además, la Emergencia ayudaría a disponer de partidas monetarias para comprar medicamentos para personas que no pueden acceder a ellos (un paralelismo con el explan Remediar) y retirarlos sin cargo. Se suma también la redimensión de la figura del farmacéutico en tratamientos crónicos “para que lo que el médico prescribe se termine cumpliendo”.

A través del Congreso, dicen, “se puede discutir el proyecto que ingresó y tiene estado parlamentario para ser analizado y ver si se puede encontrar una solución para los pacientes que hoy la están pasando mal. Cerraron 90 clínicas, 500 farmacias y 80 labortarios”.