La Justicia había decidido otorgar la custodia del pequeño de 7 años a su padre.
El brutal crimen de una madre a su pequeño hijo de 7 años conmocionó a todos en El Ejido, Almería, España. Ana María Baños Lozano estranguló hasta la muerte a su pequeño, llamado Sergio porque perdía su custodia.
Sus amigas la describieron sin vueltas: “Estaba obsesionada con su hijo”. Ella, por su parte confirmaba esa obsesión. “Él era para mi o no era para nadie”, le repetía a su circulo íntimo cuando les contaba las peleas que tenía con Sergio Fernández López, el papá del nene, del que se había separado dos años atrás.
En abril de 2017, ya separados, Ana María presentó una denuncia contra Fernández López por presunto maltrato hacia el nene.
En ese entonces la Justicia dictó una orden de protección y le concedió provisionalmente el uso de la vivienda así como también la custodia del menor. Este fallo se convirtió en sentencia definitiva en febrero de este año por lo que los papás acordaron un régimen de visitas.
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Sin embargo, cuando la Justicia archivó la denuncia por maltrato, Fernández López volvió a reclamar la custodia del menor, planteó cambios en el régimen de visitas y exigió la guarda al argumentar que “la mamá no estaba cuidando de forma diligente del mismo en asuntos como asistencia al centro escolar o comidas equilibradas”.
Todo se complicó cuando en octubre, la Justicia hizo lugar a la demanda del papá, emitió una nueva sentencia y le otorgó a Fernández López la tenencia del pequeño Sergio, según publicó La Vanguardia.
Tres días antes de que la Justicia la notificara de que perdía la guarda de su hijo, Ana María estranguló hasta matar al pequeño de 7 años.
La mujer fue denunciada por una vecina y quiso escapar en su auto, pero la Guardia Civil rompió uno de los vidrios, la sacó del vehículo y la detuvo por el crimen de su hijo.