Santa Fe marchó por la inseguridad

Tras el crimen del empresario turístico, santafesinos autonvocados se dan cita en la Plaza 25 de Mayo para pedir seguridad y justicia.

Mientras los santafesinos autoconvocados llegan a la Plaza 25 de Mayo para protestar por el crimen de Hugo Oldani, los organizadores juntan firmas para declarar la emergencia en seguridad y para pedir audiencias con funcionarios y que el Concejo convoque a la Mesa de Seguridad.

En tanto, Azucena, madre de Maxi Olmos, otra víctima de la inseguridad, dialogó con la prensa y opinó que “hasta que no les toque a los jueces en carne propia lo que es perder un hijo yo pienso que no van a hacer nada”. Además, manifestó que aunque se sienten “muy acompañados por la comunidad”, jamás tuvieron respuestas “del Ministro actual ni del Gobernador”: “jamás nos llamaron, eso pedimos, también, que por lo menos nos llamen, una palabra de consuelo…nadie nos llamó a las madres de víctimas, que nos atiendan”.

Con la presencia de distintas agrupaciones de familiares de víctimas de la inseguridad en el escenario, una de las organizadoras exigió “a quienes tienen el poder de cambiar las cosas, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Gutiérrez, el Gobernador Omar Perotti, el ministro de Seguridad Marcelo Saín, el fiscal general Jorge Baclini, diputados y senadores, fundamentalmente los que integran la comisión de seguridad, el Jefe de Policía Sarnaglia el jefe de Policía Víctor Sarnaglia, las personas que compran cosas robadas y los encubridores, que esto tiene que parar”. “Esta concentración va más allá de cualquier orientación política, religiosa y de género porque eso no va a importarles a la hora de matarnos: basta de robos, basta de muertes, basta de impunidad”, concluyó.

A su turno, Graciela de Brondino -madre de Marianela (asesinada en ocasión de robo)- tomó la palabra y apeló directamente al gobernador Omar Perotti: “víctimas somos todos, Sr. Gobernador”, desde las víctimas de simples robos hasta las personas asesinadas en situaciones violentas, pasando por las víctimas secundarias que padecen graves problemas de salud a causa de sus pérdidas. “¿Y el Estado qué hace? Nadie los obligó a que se postulen para ocupar sus cargos”, reflexionó. “El gobernador prometió en campaña que iba a traer paz y orden, nada de eso ocurrió hasta ahora”. “Ya ganaron, y al resultar vencedores se convirtieron en depositarios de un poder que ellos ciudadanos les entregamos temerariamente”, recordó.

“Ustedes y los que los precedieron ayudaron a engendrar, por acción u omisión, una verdadera economía del delito”, prosiguió. Y exigió: “basta ya de diagnósticos, hay en Santa Fe una verdadera economía del delito”; “mientras los padres vivimos con el corazón en la boca, ustedes se sientan a intercambiar los puestos y repartir nuevamente los cargos, como el exministro Pullaro ahora ocupa una banca en Diputados y desde allí da cátedra de lo que hay que hacer, ¿por qué no lo hizo cuando lo tuvo que hacer? Y el anterior Ministro, el Dr. Lamberto, fue designado como Defensor del Pueblo, lo que es paradójico y representa una burla para los familiares de víctimas. Se llevó más de mil muertos sobre sus espaldas. Gaviola, cuando terminó su mandato pasó a Lotería”, enumeró Brondino.

Finalmente, opinó que “sin justicia, no hay seguridad posible” y pidió a las autoridades que “aborten esta economía del delito”, “obliguen a sus funcionarios a funcionar”, y que “si no quieren o no pueden, renuncien, porque son, en definitiva, empleados nuestros y deben rendirnos cuentas”. A continuación, leyó una larga lista de víctimas de la inseguridad.

Otra autoconvocada solicitó que cuando “crucemos a un funcionario tomando un café nos acerquemos y le digamos “Señor, vaya a hacer su trabajo”, “hagámosles la vida más difícil y que no tengan mucha paz, como nosotros que yo no tendremos paz, mostrémosles nuestro descontentos cuando los veamos por la calle”, dijo.

Algunos más también tomaron la palabra, aunque el mensaje era similiar: todos exigieron que las autoridades pongan fin a la interminable espiral de violencia e inseguridad que sufre la provincia.