El auto eléctrico avanza a paso lento en el mercado argentino

Poco a poco, en la Argentina se empieza a hablar del auto eléctrico. Lejos todavía de la presencia que este tipo de vehículos tiene en China, -que es donde más se vende-, en Estados Unidos o en algunas plazas europeas, nuestro país inicia su camino hacia lo que se estima será la tecnología automotriz por excelencia en un futuro no tan lejano.

Por el momento, las marcas internacionales que comercializan modelos eléctricos en el mercado doméstico son Renault, con su Kangoo ZE; Nissan, con su Leaf, y Porsche, con su Taycan. Además, Audi anunció que traerá dos modelos de la familia E-Tron, en versión SUV y Sportback. A su vez, hay dos empresas argentinas que empezaron a fabricar los suyos: Volt Motors, en Córdoba, y Sero Electric, en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires (una tercera, Coradir, de San Luis, anunció que tendrá su auto listo para fin de año).

Según datos del Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (Siomaa), de la Asociación de Concesionarios de la Argentina (Acara), entre enero y julio de este año se vendieron 19 vehículos eléctricos, lo que representa el 0,01% del mercado, y su crecimiento respecto de igual período de 2019 fue de 5,56%.

Es que los eléctricos siguen, por ahora, lejos de sus “primos”, los híbridos, que funcionan a nafta y a electricidad. En las estadísticas de Siomaa, estos últimos captaron 0,77% del mercado entre enero y julio, con un crecimiento de 104,72% respecto de igual lapso de 2019. En esta categoría se destaca Toyota, con los modelos Prius, Lexus, Corolla y CH-R, y también están Ford, con Mondeo y Kuga; Hyundai, con Ioniq, y Mercedes Benz, que lanzó GLC 350e, su híbrido enchufable.

Roberto Stazzoni, PMS del segmento de electromovilidad en ABB, empresa dedicada a electrificación y orientada a movilidad eléctrica en los últimos años, comenta que el mercado del auto eléctrico en la Argentina es incipiente, pero con mucho potencial de crecimiento. “Además, es necesario para la preservación del medio ambiente; en Europa ya se incentiva con regulaciones y que pronto llegará acá”, señala.

Daniel Parodi, CEO de Volt Motors, coincide en que el mercado de la movilidad eléctrica urbana en la Argentina está en una etapa incipiente y tiene una alta potencialidad. “El hecho de que el país cuente con un vehículo de desarrollo nacional homologado, como el de Volt Motors, ya lo inscribe dentro de las naciones comprometidas con la producción de automóviles sostenibles”, subraya el ejecutivo.

Parodi opina que los vehículos eléctricos están llamados a reemplazar, gradualmente, a los de combustión tradicional. “Creemos que desafían esquemas y generan un nuevo paradigma de movilidad, al ofrecer un nuevo segmento dentro de lo que son los city cars. Son una nueva opción para quienes buscan una movilidad más económica, amigable con el ambiente y que integra alta tecnología con economía del conocimiento”, destaca.

Claro que el auto eléctrico también enfrenta limitaciones, que demoran u obstaculizan su avance: la primera de ellas está relacionada con el precio, que por el momento es superior al de un vehículo convencional, y la segunda está vinculada a la falta de infraestructura para la carga en la vía pública.

Respecto del precio, un factor que influye mucho a nivel local es la carga impositiva: los autos están alcanzados por impuestos internos, que los lleva a tener una alícuota del 20% del valor de venta al público si su valor es de entre $1,3 millones y $2,5 millones, y del 35% si cuestan más de $2,5 millones de pesos (datos actualizados a mayo de 2020).

De todos modos, Stazzoni hace hincapié en que si se analiza el precio desde el punto de vista del costo del total del capital y se internalizan los costos ambientales y de salud que generan los vehículos que contaminan, el valor pasa a ser relativo. “Una ganadería sustentable da como resultado que el kilo de carne sea más caro que el que produce una ganadería no sustentable, pero su contribución al ambiente es invaluable”, argumenta el experto.

En cuanto a la limitación referida a la falta de infraestructura para la recarga, hay que tener en cuenta que solo sería necesaria para quienes usen el auto eléctrico para distancias superiores a los 300 kilómetros, ya que la carga que se hace en el hogar (como la de un teléfono celular, por ejemplo) permite una autonomía de 250/300 kilómetros. “El problema se da cuando se extiende ese rango; entonces ahí lo que hay que hacer es colocar cargadores rápidos en la vía pública, los llamados ‘de oportunidad’, en las ciudades y en puntos intermedios entre grandes ciudades”, explica Stazzoni.

Pablo Roca, director de Marketing de Nissan Argentina, opina que el auto eléctrico ganará su lugar. “El Leaf es la máxima expresión de lo que para nosotros es el futuro de la movilidad. Estas características propias del auto se reflejan en nuestra visión de marca, que definimos como Nissan Intelligent Mobility, y que puede resumirse en nuestra forma de mirar hacia el futuro, respecto de cómo los autos serán conducidos (de manera autónoma), propulsados (de manera 100% eléctrica) y conectados (integrados con la sociedad)”, dice.

El optimismo por lo que sucederá con esta tecnología en el país se puede ver en las proyecciones de producción que elaboró Volt Motors. “En una etapa de maduración del mercado y de nuestra empresa, es decir, en unos tres años, prevemos la producción y comercialización de 3000 unidades entre ambos modelos por año. Este año prevemos alcanzar un nivel de producción equivalente al parque actual de eléctricos en el país, es decir de entre 60 y 100 unidades”, cuenta Parodi.